En la actualidad predomina en los jóvenes misioneros la conducta adictiva hacia el alcohol. Tal es así que, una encuesta a estudiantes de enseñanza media realizada en la ciudad de Posadas en 2002 por la Subsecretaria de Prevención de Adicciones y Control de Drogas revela que sobre un total de 923 encuestados más del 70 por ciento consumió alcohol por lo menos una vez en la vida. Asimismo se destacó que el 37 por ciento consume cigarrillos, el cuatro por ciento consume marihuana, más del dos por ciento consumió cocaína y casi el dos por ciento utiliza otras drogas.

Por otro lado, la Subsecretaria también viene realizando un seguimiento en la localidad de Iguazú respecto al consumo de sustancias. Según datos de 2003, el 36 por ciento de jóvenes entre 16 y 17 años consumieron alguna vez bebidas blancas.

En este marco, un índice mínimo pero no menos preocupante es que casi un cuatro por ciento de niños menores de diez años consume cerveza específicamente. Con respecto a la marihuana, este año descendió de un seis a un tres por ciento en esa localidad.

Conducta adictiva

Las conductas adictivas no responden únicamente al consumo de sustancias, sino a trastornos en el comportamiento del sujeto. En este sentido, Ana María Manzione de Longarzo, directora de la Subsecretaria de prevención de adicciones afirmó que «el problema más grave del alcohol es que comienzan a beber desde edades más tempranas».

Longarzo criticó el grado de permisividad social latente actualmente. En tanto que, el consumo de bebidas y otras sustancias «está ligado a situaciones de éxito y diversión. Se toman modelos sociales respecto a eso y los chicos se adhieren a estos modelos y hacen uso de sustancias, principalmente el alcohol» explicó la psicóloga.

Asimismo, ratificó que los factores son multicausales. Por un lado, están implícitos los factores sociales relacionados a mensajes subliminales que condicionan a los jóvenes al consumo de alcohol. Por otro, los familiares, en los cuales los padres son figuras de copia pues uno de los dos bebe. En última instancia, los factores individuales, chicos que por trastornos familiares tienen una autoestima muy disminuida entonces utilizan el alcohol para obtener seguridad.

A su turno, Corina Dousset Urquiza, quien fuera coordinadora del Centro de Internación para Pacientes con Patología Adictiva (CIPPA) – que dejó de funcionar en octubre- afirmó «el adicto aparece cuando hubo una red que empezó a deshilacharse entonces el sujeto no pudo ser contenido».

En concordancia con la doctora Longarzo manifestó que «cada vez hay chicos más jóvenes que consumen más”. Al tiempo que agregó «estamos bastante ciegos», al referirse a que en instituciones educativas donde concurren 200 alumnos y hay un centenar de adultos nadie note un chico con una dificultad».

Epidemia Adictiva

En el marco de la teleconferencia Programa de Prevención de Adicciones” -llevada acabo en el Instituto Superior de Estudios Terciarios (ISET)- realizada por el Grupo Yaria , el Doctor Juan Alberto Yaria quien lidera dicha institución, afirmó que «estamos frente a una epidemia de adicciones, que únicamente se puede combatir a través de la formación de actores sociales». Desde especialistas en el tema hasta sacerdotes, padres de familia, docentes deben comprometerse a rebatir el índice de adictos.

No hay zona que se mantenga al margen de esta problemática, no obstante «en algunas provincias se presentan situaciones más críticas como ser las provincias fronterizas», indicó Yaría. Así como recalcó que “es una epidemia de tipo social y de fácil contagio, dado que el alcohol -por ejemplo- es aceptado y permitido en la sociedad”. La forma más eficaz de prevención es la «alerta precoz» dijo el especialista. Propuso entonces incluir temáticas relacionadas al alcohol y las drogas en el currículo escolar.

Corina Dousset Urquiza enfatizó que la realidad local refleja que quienes «antes eran consumidores ocasionales de fin de semana, ahora son habituales de fin de semana. Es sistemático los chicos piensan «nos juntamos para tomar y después vemos qué hacemos»; si es que pueden elegir porque bajo los efectos de una sustancia pierden la capacidad de elección en función a la conservación del sujeto» explicó Dousset.