El consumo de drogas ilícitas crece en el mundo. Salvo excepciones, la falta de estadísticas en los países de América latina impide impulsar serios programas de prevención, aunque la mayoría de las naciones está trabajando en el tema. Así lo explicó Francisco Cumsille, director del Observatorio Interamericano de Drogas de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (Cicad), que depende de la Organización de Estados Americanos (OEA), a La Voz del Interior, horas antes de disertar en el 5º Congreso Internacional de Prevención y Asistencia de la Drogadependencia, que organiza el Programa Cambio.

–¿Cuál es el consumo de drogas en América latina?

–Lamentablemente son pocos los países que tienen series de datos como para saber si el consumo ha crecido o no. Estados Unidos, México y Chile tienen datos para evaluar la tendencia.

–¿Y Argentina?

–Está pronta a tener. En este momento está realizando un estudio entre la población escolar. Esperamos que los resultados estén disponibles a fin de año, junto con otros países (Chile, Ecuador, Bolivia y Uruguay) en un proyecto subregional con Naciones Unidas. Argentina tiene un estudio anterior, por lo tanto podremos comparar algunos datos.

–¿Pero qué se sospecha?

–La sospecha general es que hay cierta tendencia al alza, como en todo el mundo. Las publicaciones de Naciones Unidas así lo ratifican. La tendencia al alza del consumo está dado por el consumo de marihuana.

–¿Hay mayor consumo en los países productores?

–No. El consumo de cocaína en Perú, Bolivia o Colombia puede ser más bajo incluso que en otros países que no son productores. Paraguay, siendo un gran productor de marihuana, tampoco es un consumidor muy alto. No hay una relación directa entre producción y consumo.

–¿En los países donde hay estadísticas, qué se observa?

–Ofrecen una pauta de cómo se mueve la tendencia. Como todos los fenómenos sociales, tienden a tener un alza, llega a su umbral máximo en un momento determinado y después empieza a estabilizarse y declinar un poco. En el caso de Chile y de Estados Unidos fue así. Hubo un aumento sistemático hasta los años 1997 y 1998 y, a partir de allí, hay una tendencia a la estabilización y la disminución. El tema está en los umbrales a los que se llegue; esa es la diferencia entre un país y otro. El consumo de Estados Unidos es más o menos tres veces el consumo de Chile. Lo que uno esperaría es que el resto de los países siga una evolución similar.

–¿Qué explicación hay a ese comportamiento?

–El consumo de drogas se ha expandido en general. Ha aumentado la oferta de droga, la diversidad de esa oferta, los precios han disminuido, los recursos de las personas han ido creciendo; por lo tanto, hay mayor acceso económico hacia la droga. Los países, con la ayuda de la Cicad-OEA, estamos implementando programas preventivos en diferentes grupos poblacionales, básicamente en el área escolar. Se espera que en un plazo relativamente breve esos programas preventivos contrarresten esta oferta de droga.

–¿Cuáles son las poblaciones más propensas al consumo?

–En cada país es particular. En general, la droga tiende a cruzar todos los estratos socio-económicos por igual.

–¿Y la edad de inicio?

–Lamentablemente, el inicio del consumo es bastante precoz. Parte de los 12 ó 13 años. Pero si alguien no ha probado la droga hasta los 25 años, probablemente no vaya a consumir después. Lo más común es que lo hagan entre los 16, 17 ó 18 años.

–¿La marihuana suele ser una droga de inicio?

–Sí. Es difícil encontrar una persona que consuma cocaína y que no haya probado marihuana. Pero no podemos dejar de lado otro tema que se toca poco: el alcohol. Hay estudios que muestran que la precocidad en el consumo de alcohol es un factor de riesgo muy potente para el consumo posterior de droga ilícita. La relación del alcohol con la droga es bastante alta.

–¿Cuántos consumidores de droga hay en América latina?

–Se puede conocer por las encuestas de hogares. Pero, lamentablemente no hay muchos países que las tengan actualizadas.

–¿Hay estimaciones?

–No. Lo que se puede decir, es que Naciones Unidas estima que, en el mundo, 200 millones de personas consumieron alguna droga ilícita durante el último año. De ellos, 150 millones de personas consume marihuana.

–¿Cuánto dinero mueve la droga en Latinoamérica?

–Hay estudios muy pequeños en algunos países. Nosotros estamos haciendo un estudio sobre los costos sociales, humanos y económicos de la droga. Ese fue un mandato de la Cumbre de las Américas de 2002. El informe sobre el costo de la droga para seis países no lo puedo anticipar, se lo entregaremos a los presidentes en la cumbre de Mar del Plata.