Casi 2.000 jóvenes han pasado por la carpa del programa «Testing», una iniciativa del Departamento de Asuntos Sociales del Gobierno vasco y la asociación Ai-Laket que permite a los jóvenes analizar gratuitamente las drogas que pretenden ingerir con vistas a conocer su pureza. No obstante, los especialistas sólo han examinado 177 muestras, ya que el resto de los participantes acudió únicamente para recibir información. El proyecto, que hasta ahora se ha puesto en práctica en las fiestas patronales de siete localidades, se extenderá próximamente a otras diez y se ofrecerá también a macrodiscotecas, con la posibilidad añadida de someterse a una prueba de alcoholemia.

«El enfoque prohibicionista de la derecha y el PP ha fracasado de forma estrepitosa -valoró el consejero, Javier Madrazo-, porque el consumo no disminuye: se incrementa. Hay que dar un golpe de timón. Los potenciales consumidores deben conocer las consecuencias reales, y estamos seguros de que así se va a reducir la ingesta». El «Testing» ha pasado ya por Leioa, San Sebastián, Bilbao, Bermeo, Lekeitio, Legutiano y Güeñes, con el objetivo de «informar, educar, prevenir y disuadir». 1.217 jóvenes aceptaron la invitación de los técnicos del Departamento, que les abordaban en medio de la multitud, y acudieron a hablar con los especialistas. Otros 351 lo hicieron por iniciativa propia y 170 pidieron una entrevista personalizada.

Calidad media

Finalmente, 247 portaban alguna sustancia para reclamar su análisis, aunque, como se da el caso de grupos que comparten una misma provisión de droga, el número de muestras es sólo de 177. Predomina el hachís (69 pruebas), seguido por el «speed» (47), la cocaína (19), las pastillas (19), la marihuana (8), el «éxtasis» (7), las anfetaminas (6), los «tripis» (1) y la ketamina (1). En el hachís, se apreció adulteración en un 50% de los casos; en cuanto al resto, los análisis sobre el terreno no permiten afinar demasiado en la composición de las sustancias. «Como dato orientativo, se puede decir que la calidad es media. Menos una muestra, que se suponía que era «speed» pero carecía de principio activo, todas han dado positivo. Si no, habríamos hablado de calidad muy baja. Y, como tienen presencia de adulterantes, tampoco podemos decir que sea alta», explica Sonia Bermejo, de Ai-Laket.

La directora de Drogodependencias, Gemma Calvet, considera que propuestas como ésta favorecen el diálogo entre los jóvenes y las personas de su entorno: «Se sienten menos estigmatizados y pueden verbalizar sus hábitos de ocio y abordar la cuestión con normalidad».