A medida que aumenta el uso del cannabidiol (CBD), se necesitan ensayos clínicos aleatorios de alta calidad para determinar si sus beneficios antiinflamatorios para las enfermedades cardíacas observados en los datos preclínicos funcionarán en el mundo real, según una investigación presentada en el ACC Latinoamérica 2022 junto con CardioAcademic. Una revisión de los estudios existentes encontró que no se pueden hacer recomendaciones clínicas dada la evidencia actual.

«El uso del cannabidiol y del cannabis medicinal, junto con sus múltiples productos, ha aumentado considerablemente en la última década. Sin embargo, existen pocas indicaciones para su uso basadas en buenos ensayos clínicos. Aquí buscamos aportar evidencia preclínica, que en última instancia sirva como piedra angular para establecer ensayos clínicos bien diseñados en humanos que demuestren el efecto del CBD en los síndromes coronarios con una fuerte evidencia científica», explica el doctor Mario Esteban Zúñiga Ayala, becario de cardiología del Hospital Regional 1 o de Octubre ISSSTE de la Ciudad de México y autor principal del estudio.

«El CBD tiene evidencia sustancial para las siguientes condiciones: dolor, caquexia, náuseas y vómitos, espasticidad de la esclerosis múltiple y, más recientemente, la epilepsia. Su perfil farmacológico muestra que es seguro y bien tolerado en humanos, aunque tiene efectos secundarios bien descritos –explica–, pero la interacción con otros medicamentos que suelen utilizar los cardiólogos, como los anticoagulantes y los antiagregantes plaquetarios, no es bien conocida».

El CBD es un derivado de la especie Cannabis, comúnmente llamada marihuana, con actividad no psicoactiva. También tiene actividades analgésicas, antiinflamatorias, antineoplásicas y quimiopreventivas. Según los investigadores, las tendencias indican que la marihuana es la sustancia más consumida en comparación con otras drogas como la cocaína, la heroína, etc. A medida que el uso crece, muchos pacientes con enfermedades cardíacas pueden considerar el uso de estos productos.

«La marihuana medicinal y el CBD pueden ser de interés ya que se publicita y se distribuye anecdóticamente como tratamiento para muchas afecciones con evidencias posibles y no concluyentes como el glaucoma, la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson, la ansiedad y la depresión, la enfermedad inflamatoria intestinal y muchas otras afecciones que carecen de datos clínicos», advierte Zúñiga Ayala.

Debido a las propiedades antiinflamatorias del CBD, el estudio trató de examinar su posible papel en la reducción de la isquemia miocárdica, una afección en la que la reducción del flujo sanguíneo al corazón puede dar lugar a dolor en el pecho, insuficiencia cardíaca y ataque cardíaco, ya que el corazón trabaja más para bombear sangre y oxígeno.

Los investigadores realizaron una búsqueda sistemática en la base de datos PubMed hasta abril de 2022 utilizando términos de búsqueda predefinidos. En la revisión se incluyeron nueve estudios preclínicos, pero no se encontraron ensayos controlados aleatorios (ECA) de calidad para el uso del CBD en síndromes coronarios agudos o crónicos.

Una revisión de los nueve estudios preclínicos encontró resultados cardiovasculares reproducibles en los estudios in vivo con el CBD. Algunos de los mecanismos de los resultados incluían la reducción del estrés oxidativo y la inflamación.

«El CBD también mostró resultados prometedores en modelos experimentales de lesión por isquemia y reperfusión, infarto de miocardio, arritmias y condiciones similares al síndrome metabólico», añade Zúñiga Ayala.

Según los investigadores, la evidencia preclínica sobre el CBD y su uso en la cardiopatía isquémica es lo suficientemente robusta como para proponer ensayos clínicos bien diseñados en humanos en el marco de los síndromes coronarios.

«El CBD no es un medicamento milagroso. Si toma algún otro medicamento, intente buscar un especialista en cannabis medicinal para que le aconseje si es candidato a tomar CBD –advierte–. Pregunte siempre por las interacciones con sus medicamentos previamente prescritos y no suspenda ningún fármaco recetado por su médico».

«Si compra CBD busque siempre dispensarios bien establecidos. Los médicos deben ser conscientes de la falta de fiabilidad, pureza y dosificación del CBD en los productos –prosigue–. Un estudio reciente sobre 84 productos de CBD comprados en línea mostró que más de una cuarta parte de los productos contenían menos CBD del que figuraba en la etiqueta. Además, se encontró THC en 18 productos. Los productos que contienen THC podrían ser perjudiciales para los pacientes con enfermedades cardíacas», asegura.

Nota: artículo original publicado en infosalus.com