El Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (órgano asesor del Ministerio de Sanidad en esta materia) se manifestó en contra de las salas para fumadores en las empresas ya que, en su opinión, su ausencia favorece el abandono del tabaco por parte de los trabajadores.

Por este motivo, manifiesta su rechazo a las enmiendas presentadas por grupos parlamentarios a favor de habilitar salas especiales para fumadores.

Las sociedades médico-científicas que integran el comité son partidarias de que las empresas estén totalmente libres de humo porque, según su presidente, el Dr. Rodrigo Córdoba, el 7% de los fumadores desean dejar de hacerlo.

«La presencia de las salas les expone continuamente al juego de las tentaciones para hacerlos recaer cuando, después de mucho esfuerzo, consiguen dejar el tabaco», añade este experto. De hecho, el Comité considera que «la prohibición total es mucho más beneficiosa para la salud de todos los trabajadores, incluido los que fuman», dado que si no hay espacios para fumar en la empresa disminuyen su consumo y muchos podrán dejarlo definitivamente.

Por otra parte, hace referencia a estudios europeos y estadounidenses según los cuales una empresa libre de humos incrementa el rendimiento de los trabajadores en un 3%, «además de mejorar sensiblemente su imagen corporativa».

Asimismo, señala que disponer de una sala de fumadores requiere gastos de construcción, mantenimiento y limpieza, además de incrementar «las paradas no justificadas del trabajo para desplazarse a la zona a fumar un pitillo».