Que fumar mata todo el mundo lo sabe. Y sin embargo, ese hecho no parece que influya especialmente en los índices de tabaquismo, todavía muy altos. Ya que los argumentos sobre la salud no funcionan, el Gobierno británico ha decidido abordar el problema desde el ángulo estético.

Un cigarro encendido entre dos dedos -que irónicamente simbolizan dos piernas masculinas y su aparato reproductor. “¿Fumar te convierte en un tío duro? No, si eso significa que no puedes ni levantarla”. Así de coloquial -y de elocuente- se presenta la última campaña anti-tabaco del Gobierno británico.

Los carteles de “Fumar perjudica gravemente su salud” han perdido su efectividad. La gente sabe que fumar puede ser mortal, pero esto no termina de convencer a los millones de personas adictas a la nicotina.

En el Reino Unido también son conscientes de este problema. Por ello han optado por enfocar los anuncios desde otra perspectiva: fumar empeora la calidad del sexo y, en el caso de las mujeres, estropea el cutis, las manos y los dientes.

Morros de gata

Algunos de los anuncios van dirigidos a hombres, mientras que otros van para las mujeres. Otras campañas dicen a las mujeres que los cigarrillos provocan un prematuro envejecimiento de la piel y pueden causar “labios de gata”.

“Sabemos que el 70% de los fumadores quieren dejarlo, por lo que, para la gente joven, la pérdida de atractivo físico y de fertilidad pueden ser motivaciones más fuertes para dar el paso que los problemas de salud”, explica el Ministro de Salud Pública Carolina Flint.

El Gobierno asegura que con el tabaco los hombres de entre 30 y 40 años tienen el doble de posibilidades de sufrir disfunciones en la erección. Más de 120.000 británicos de estas edades padecen impotencia como consecuencia de fumar.

Según un estudio llevado a cabo por NHS, más de la mitad de los fumadores reconoce que el tabaco ha reducido su atractivo sexual.