El gobierno de Gran Bretaña planifica desarrollar un sistema nacional para vacunar a todos los bebés del país y así evitar que cuando lleguen a la edad adulta sean adictos a las drogas o al tabaco.

El plan de Downing Street prevé que los bebés recién nacidos deberán someterse a la vacuna, que suprime químicos vitales para contraer adicciones a la cocaína, la heroína o el tabaco, entre otras substancias.

El objetivo del gobierno es reducir los gastos estatales de hasta 40 millardos de dólares por tratamientos contra las adicciones, y disminuir el nivel de crímenes vinculados con el uso de drogas. Los científicos británicos ya desarrollaron una droga llamada «naltrexona», que reduce los efectos de la adicción a la heroína.

Según el gobierno, los expertos también lograron crear una vacuna contra la adicción a la cocaína, llamada TA-CD, que combinada a la naltrexona servirá para afrontar la adicción a las drogas. El sistema, que los ministros llamaron «inmuno-terapia», fue desarrollado en secreto.