Cada vez entre usuarios más jóvenes, en mayores cantidades y con menos conciencia de peligro, el alcohol crece en la escala de consumo de drogas en la provincia. De hecho, el abuso de esta sustancia ha supuesto el principal motivo de ingreso en los centros de drogodependencia de la provincia en el último año con una tasa del 24%, por encima de la adicción a la heroína, hasta ahora la droga que más tratamientos generaba. Así lo informó ayer la diputada de Bienestar Social, Juana María Rodríguez, en el marco de la campaña prevista para el Día Contra el Abuso del Alcohol, que se celebrará el próximo 15 de noviembre.

“El alcohol es una droga legal que consumimos habitualmente, pero cada vez se hace antes y con menos conciencia de riesgo”, señaló Rodríguez, que recordó que la Diputación sigue la línea del segundo Plan Andaluz sobre Consumo de Droga. Entre el 1 de octubre de 2007 y la misma fecha de 2008, un total de 684 personas han empezado un tratamiento contra esta droga, en su mayor parte hombres (un 83%), adultos, con un hábito importante que aún no le había ocasionado grandes problemas físicos. Rodríguez subrayó asimismo el alto nivel de recuperación de las personas que se someten a un tratamiento contra esta adicción: desde el 1 de enero al 30 de septiembre un total de 534 personas, participaron en terapias de grupos.

De ellas, 380 ya han recibido el alta terapéutica. La diputada indicó que los consumos recreativos de alcohol en fin de semana “son más abusivos”, ya que para los jóvenes la presión del grupo o pandilla “puede ser decisiva”. Recordó, además, que muchos de ellos “no conciben la diversión sin alcohol”. Rodríguez consideró que las medidas prohibitivas “no tienen mucho efecto entre los jóvenes porque inciden exclusivamente sobre las conductas” y abogó por trabajar en la formación de valores y creencias y en programas educativos que permitan lograr la abstinencia o la moderación.

Entre las personas que inician tratamiento en el Centro Provincial de Drogodependencias de la Diputación de Granada se encuentran personas adultas, que sin llegar a mostrar los síntomas más llamativos del alcoholismo, “han sufrido ya las consecuencias de un consumo abusivo o esporádico”. Con esta campaña se tratará de que los jóvenes sean más conscientes de que el consumo abusivo y crónico de alcohol conduce al alcoholismo, “una enfermedad grave que genera trastornos en el comportamiento del individuo, afectando a su vida familiar”.