Una epidemia de mala salud mental recorre los países occidentales y los servicios sanitarios, extremadamente tensionados, empiezan a mostrar sus costuras. Algo está fallando, asegura el psiquiatra y epidemiólogo Jim Van Os (Utrecht, Países Bajos, 63 años): “Cuanto más tratamos, peor se siente la gente joven”, reflexiona este médico, que es director del Departamento de Psiquiatría y Psicología en el Centro Médico de la Universidad de Utrecht y profesor en la Universidad de Londres. Van Os lleva años poniendo en cuestión los cimientos de la psiquiatría moderna y propone un giro hacia una atención verdaderamente “biopsicosocioexistencial”, dice, donde la experiencia del paciente sea el centro de un abordaje terapéutico muy individualizado.
De visita en Barcelona para participar en un seminario organizado por el Programa de Doctorado en Psicología Clínica y de la Salud de la Universidad Autónoma de Barcelona, Van Os relata cómo se obsesionó, desde sus años de estudiante de medicina, con la “diferencia entre la teoría de la psiquiatría y la experiencia del paciente”. Sus vivencias personales con familiares muy cercanos que sufrían cuadros psicóticos, tan distante de lo que aprendía en la facultad, marcó su forma de ver la profesión y la atención a los pacientes.
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