Los 192 Estados miembros de la OMS han adoptado esta mañana por unanimidad el Convenio Marco para el Control del Tabaco, cuyo objetivo es reducir la mortalidad y morbilidad asociadas al tabaquismo en el mundo. Se trata del primer tratado internacional negociado bajo los auspicios de la OMS.

El Convenio requiere a los países a imponer restricciones a la publicidad, patrocinio y promoción del tabaco, a establecer nuevos etiquetados, a controlar el aire en espacios cerrados y a reforzar la legislación contra el contrabando.

«Hoy estamos actuando para salvar miles de millones de vidas y para proteger la salud de las personas durante las generaciones venideras –ha afirmado la directora general de la OMS, Gro Harlem Brundtland-. Este es un momento histórico para la salud pública mundial, que demuestra el deseo internacional de detener una amenaza dirigida a la salud de todos».

La Dra. Brundtland también ha declarado la necesidad de que el Convenio constituya una gran fuerza lo antes posible y de que los países lo utilicen como base de sus legislaciones nacionales para el control del tabaquismo.

Durante los últimos cuatro años, este tratado ha sido una prioridad para la OMS. Según datos de la organización, el tabaco causa cada año 5 millones de muertes, y su impacto podría duplicarse para alcanzar los 10 millones de defunciones anuales en el año 2020 si los países no implementan las medidas que contiene el documento. Además, hace especial énfasis en que, si bien la prevalencia del consumo de tabaco está disminuyendo en los países industrializados, en el mundo en vías de desarrollo aumenta dramáticamente, sobre todo entre la población joven.

«Debemos asegurar que los jóvenes de todo el mundo tengan las mejores oportunidades para una vida sana. Firmando, ratificando y actuando sobre este Convenio Marco podemos cumplir esta responsabilidad», añadió la Dra. Brundtland.

En palabras del brasileño Luis Felipe Seixas de Corrêa, presidente del comité que ha negociado el tratado, «cada país presente en esta sala testificará de los desafíos a los que nos enfrentamos mientras trabajábamos en este documento final. Debemos ahora asegurar que el acuerdo alcanzado cumplirá lo que se pretende: salvar vidas y prevenir la enfermedad».