La presencia de ketamina en las aguas residuales de Barcelona ha aumentado un 77,2% en 2023, según los últimos datos publicados por el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías este miércoles. La detección de MDMA en las aguas de la capital catalana también ha subido: un 20% más que en el año anterior. Estos incrementos coinciden con la tendencia en Europa, donde el consumo de estas dos sustancias va al alza, tal y como indican los análisis de las aguas residuales.

Aparte, se suma al «aumento persistente» de restos de cocaína. Aunque los niveles se han estabilizado en el último año, Tarragona se mantiene como la segunda ciudad europea con mayor presencia de cocaína en las aguas residuales, sólo por detrás de Amberes, en Bélgica.

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