En 2007, los fumadores pagaron al Estado 7.235 millones de euros en impuestos especiales al comprar tabaco. Su adicción, sin embargo, hace gastar al sistema sanitario español al menos 3.600 millones cada año, según el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT).
Este cálculo sólo cuenta el gasto que generan seis enfermedades de las 29 con las que la Organización Mundial de la Salud relaciona el tabaquismo, enfermedad que cada año se lleva la vida de unos 50.000 españoles, según el Ministerio de Sanidad.
Además, cada fumador que trabaja le cuesta a su empresa unos 1.500 € cada año, dato en el que van incluidas las bajas laborales y los descansos para fumar. En total, las empresas españolas pagan 7.840 millones de euros, según un estudio del CNPT elaborado en el año 2005 (ver PDF).
Los gastos que ocasionan los fumadores son tales que una comunidad autónoma, Andalucía, ha presentado una demanda contra la industria tabaquera para intentar recuperar los 1.770.000 millones de euros que dice haber gastado en los tratamientos de 135 de sus fumadores.
Ayer, el Club de Fumadores por la Tolerancia denunciaba que los fumadores pagan en impuestos 8.863 millones (los 7.235 millones mencionados por el Impuesto Especial sobre las Labores del Tabaco y el resto en IVA), por lo que se consideran «contribuyentes de primera» y afirman que son tratados como «ciudadanos de segunda».
Sin embargo, el CNPT lleva pidiendo varios años un aumento de los impuestos, argumentando que un hipotético aumento de precio reduciría el consumo.
¿El precio del tabaco influye en el consumo?
Los expertos antitabaco afirman que elevar el precio del tabaco mediante los impuestos reduce el consumo de tabaco y los costes sanitarios.
Ponen dos ejemplos: el de la industria tabaquera durante los años 70, década en la que bajaron los precios de los cigarrillos para captar al público femenino; y el de Canadá, país que bajó en los 90 los impuestos para luchar contra el contrabando y donde descendió el consumo de modo brusco (ver gráfico).
Este último ejemplo aparecía en el texto Tabaco y fiscalidad en España (ver PDF), presentado en 2005 y que fue publicado poco antes de que el Gobierno incrementara los impuestos, coincidiendo con la entrada en vigor de la Ley Antitabaco.
La subida de los gravámenes fue contrarrestada por la industria tabaquera con un descenso en el precio de las cajetillas, coste que, dos años después de la guerra, se ha recuperado.