Los accidentes de tráfico representan en la actualidad uno de los principales problemas de Salud Pública y se sabe que en un 10% de los casos, los fallecidos o heridos habían consumido algún medicamento con efecto psicoactivo, lo cual no es muy difícil si se tiene en cuenta que en España, un 30% de los conductores españoles toma regularmente algún fármaco. En este sentido, y coincidiendo con la primera operación salida del verano y con la puesta en marcha del carné por puntos, se ha celebrado en Avilés la XI Escuela de Verano, organizada por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC). Allí, los médicos de familia que se han dado cita, han querido recordar a los conductores los riesgos asociados a determinados medicamentos y advertirles de que el consumo de fármacos puede alterar sus capacidades físicas y psíquicas a la hora de conducir.

Según un estudio de la Dirección General de Tráfico (DGT) y la Universidad de Valladolid, entre los españoles que conducen es frecuente el consumo de medicamentos, aumentando esta práctica con la edad. Teniendo en cuenta estos datos, los expertos insisten en que no se debe ingerir nunca alcohol cuando se está tomando medicación, ya que la mezcla potencia los efectos adversos para la conducción.

Los accidentes de tráfico se sitúan en el quinto lugar entre las principales causas de muerte, tras las enfermedades del aparato circulatorio, los tumores, las infecciones respiratorias y los trastornos digestivos. Más del 50% de los fallecidos por accidente de tráfico tienen entre 15 y 44 años y casi el 80% de las muertes se producen antes de los 65 años de edad. Ante estos datos y teniendo en cuenta las vacaciones de verano, la semFYC, ha decidido poner a disposición de la población, tanto a través de su página web, como de las propias consultas, una serie de recomendaciones sobre los riesgos de la conducción.


Educación vial en la atención primaria

Tradicionalmente, la actividad médica ha centrado sus esfuerzos en la labor asistencial al accidentado y a la rehabilitación de las lesiones y ha sido muy escasa o prácticamente nula su participación en las actividades preventivas. Para Carmen Moliner, vicepresidenta de la semFYC, «el profesional sanitario, sobre todo el que desarrolla su labor en Atención Primaria, se encuentra en una situación privilegiada para potenciar la prevención de estos accidentes». Esta doctora asegura que los médicos de familia están en condiciones de «intervenir sobre conductas de riesgo como el consumo de alcohol y drogas; la correcta utilización de medicamentos; el empleo de dispositivos de seguridad; la capacidad para detectar la patología asociada y la posibilidad de colaborar en programas comunitarios de educación vial».

El doctor Carlos Martín subraya que es preciso que los consumidores habituales de fármacos o personas con enfermedades o trastornos que pueden mermar su capacidad de conducción tengan constancia de que no deben conducir si entre los medicamentos los hay que alteran la capacidad de conducir. Deben igualmente revisar de forma periódica su vista y sus oídos y no conducir si su estado de salud no lo hace aconsejable. «No sólo los fármacos activos sobre el sistema nervioso central pueden ejercer efectos sobre la conducción» advierte el doctor Martín, «la modificación de otras funciones biológicas, como las alteraciones cardiovasculares o metabólicas, también puede repercutir en la habilidad para conducir. Asimismo, la polimedicación es un factor a tener en cuenta dada la interacción entre los distintos fármacos».

Grupos terapéuticos que tienen una influencia negativa sobre la conducción

• Neurolépticos o antipsicoticos, empleados para el tratamiento de las enfermedades mentales como la esquizofrenia y la psicosis

• Ansiolíticos, sedantes y hipnóticos, para el tratamiento de la ansiedad, el estrés y el insomnio

• Antidepresivos triciclicos o afines

• Litio

• Analgésicos, para el tratamiento del dolor

• Narcóticos

• No narcóticos

• Antimigrañosos, para el tratamiento de la jaqueca y el dolor de cabeza

• Anestésicos

• Antiepilépticos

• Relajantes musculares, de uso muy común para el tratamiento de las contrcturas musculares o dolores como el lumbago y la ciática

• Antiparkinsonianos

• Antihistamínicos H1, de uso muy frecuente en estas épocas del año pues son esenciales en el tratamiento de los síntomas de la alergia y producen sueño

• Anticolinergicos