La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) destaca el papel nocivo del consumo de los cigarrillos comercializados con el señuelo de ser bajos en nicotina, cuyo apelativo tradicional de «light» ya ha sido prohibido en toda la Unión Europea.

Pese a ello, los fabricantes siguen dando muestras de querer seguir explotando esta vertiente supuestamente edulcorada del tabaco mediante la presentación en el mercado de nuevas cajetillas que imitan a las anteriores con el fin de, como asegura el doctor Jiménez, «continuar engañando al personal».

El criterio de este experto médico, coordinador del grupo de trabajo sobre tratamiento del tabaquismo de SEPAR es que estos cigarrillos no son más saludables, primero, porque sirven para «tranquilizar la conciencia» de muchos fumadores y retrasar su decisión de dejar de fumar, y, segundo, porque quienes los consumen tienden a compensar el cambio inspirando con más intensidad, con lo que aumenta la absorción de las sustancias nocivas presentes en el tabaco».

«La compensación para muchos fumadores consiste en fumar más cigarrillos al día», señala el doctor Jiménez Ruiz, para quien la cantidad de nicotina y alquitrán inhalados durante el consumo de tabaco depende, en efecto, «del número y la fuerza de las caladas, por lo que las personas que fuman estos cigarrillos pretendidamente más suaves, en realidad inhalarían mucha más cantidad alquitrán y nicotina de lo que indica la etiqueta de la cajetilla».

La conclusión es que los niveles de alquitrán y nicotina especificados en los paquetes de cigarrillos «no valen más que el papel sobre el que están escritos», toda vez que, como apunta el neumólogo, «no sólo confunden al consumidor, sino que además subestiman los riesgos y animan a los fumadores preocupados por su salud a cambiarse a estas marcas en vez de quitarse de fumar».

Pruebas

El juicio de los neumólogos españoles con respecto a esta modalidad de cigarrillos –»más aceptada por lo general entre las mujeres y entre aquellas personas más conscientes de la nocividad del tabaco», aclara el especialista de SEPAR- está corroborado por diversos análisis e investigaciones llevados a cabo en España y en otras partes del mundo.

De hecho, un comité de expertos del Instituto de Medicina (IOM) de EEUU se ha encargado recientemente de revisar los estudios más relevantes que se han realizado en este campo y ha llegado a la conclusión de que el tabaco diseñado para deteriorar menos la salud de los fumadores no sólo es igual de perjudicial, sino que, incluso, podría serlo más.

Señala, por otra parte, el IOM que este tipo de productos contienen en determinados casos pequeños agujeros diseñados para que pase mayor cantidad de humo al organismo del fumador.

Así las cosas, el criterio del especialista de SEPAR es que la creciente aceptación que tienen entre los fumadores las marcas de cigarrillos bajos en nicotina y alquitrán, por la idea de que resultan menos nocivas, «no se corresponde con la realidad al no haberse demostrado que reduzcan la patología relacionada con el tabaquismo».

Monóxido de carbono

Además del mayor número de caladas e intensidad de las mismas, y del incremento de cigarrillos consumidos, otro motivo por el que las marcas denominadas «light» no suponen un freno a la patología relacionada con el tabaquismo es que la liberación de monóxido de carbono es prácticamente idéntica en ambos tipos de cigarrillos.

«De lo que se deduce también -añade- que estos cigarrillos light, que son bajos en nicotina y alquitrán, pero no en monóxido de carbono, son como mínimo igual de nocivos para las personas que conviven al lado de fumadores.»