El 37,5% de los conductores que murieron en 2002 en accidentes de tráfico (casi cuatro de cada 10) registraba una tasa de alcoholemia superior a la autorizada, según datos presentados por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.

Estos datos corresponden a un estudio que realiza anualmente el Ministerio del Interior con el Instituto Nacional de Toxicología, sobre una muestra de 2.000 personas fallecidas por accidente de tráfico (incluidos conductores y peatones).

En lo que se refiere a los peatones atropellados, los datos arrojan una tasa del 39,3% de fallecidos con tasa de alcoholemia positiva (un punto más que en 2001). La mayoría de ellos son varones mayores de 65 años.

Sin embargo, el número de conductores fallecidos con alcoholemia positiva se redujo cuatro puntos respecto a 2001. Aún así, extrapolando las cifras, resulta que 2.000 de los 5.347 fallecimientos en carretera que se registraron el año pasado estuvieron vinculados a un consumo excesivo de alcohol. «Por ello, tenemos que seguir insistiendo en la gravedad del dato», destacó el responsable del Plan, Gonzalo Robles.

Jóvenes y fines de semana

Robles advierte de que esta cifra es «muy preocupante», teniendo en cuenta además que «un porcentaje muy alto» de los accidentes se produce en jóvenes, durante los fines de semana.

En concreto, el estudio muestra que 670 personas con edades comprendidas entre los 21 y los 30 años fallecieron en 2002 por esta causa, aunque esta cifra, «se eleva de manera importante» en el tramo entre los 30 y los 35 años. Por sexos, el ranking de los fallecidos con alcoholemia positiva está encabezado por los varones, representando un 89% de los casos.

Las analíticas realizadas por el Instituto Nacional de Toxicología también revelan la presencia de otras drogas en los restos mortales de los conductores. Por sustancias los resultados fueron los siguientes: opiáceos (se detectaron en un 1,3% de los casos); cocaína (5,3%); anfetaminas (0,5%); éxtasis (0,4%); cannabis (3,9%); ansiolíticos (2,8%) y antidepresivos (0,3%).

Las variaciones respecto al año pasado muestran un aumento de más de un punto en la presencia de cocaína y cannabis; un descenso de medio punto en el caso del cannabis; mientras que los opiáceos, los ansiolíticos y los antidepresivos se mantienen estables.