En toda la red del Metro de Madrid no se puede fumar. Incumplir la prohibición conlleva sanciones administrativas de hasta 516 euros. Sin embargo, muchos usuarios infringen las normas molestando al resto de viajeros, víctimas del tabaquismo pasivo. La Consejería de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid ha impulsado una campaña para que se respete la prohibición y, con ello, el derecho de los no fumadores a no respirar malos humos.
La Comunidad de Madrid ha iniciado la pasada semana una campaña antitabaco en toda la red de Metro, con la que pretende concienciar a los usuarios de este transporte público sobre la prohibición de fumar en todas sus instalaciones.
Para ello, la Consejería de Transportes e Infraestructuras, que dirige Francisco Granados, desarrollará diversas actuaciones con un carácter principalmente disuasorio e informativo, aunque también se recordará que la persona que fume en el Metro puede ser sancionada -según el Reglamento de Viajeros- con una multa de hasta 516,87 euros.
A partir de ahora, los viajeros del metropolitano podrán escuchar por megafonía diversos avisos sobre la prohibición de fumar y serán advertidos en diversos carteles de los perjuicios que supone este hábito para todos los ciudadanos que utilicen el Metro.
Este mensaje se transmite a través de dos imágenes claras: la de una mujer embarazada a la que otro pasajero obliga a fumar mientras esperan un tren en un anden y la de un anciano al que una joven pone un cigarrillo en la boca cuando baja delante de ella en las escaleras mecánicas. El lema de ambos será «si fumas, estás obligado a que lo demás también lo hagan».
Uno de los avisos «más llamativos» serán los adhesivos con el símbolo de prohibido fumar que se están pegando en el suelo en más de 30 puntos de la red. Por su gran tamaño, de cuatro por tres metros y de ocho por seis metros, será un importante reclamo para los usuarios.
Además, esta publicidad se completa con la señalización en todas las mamparas del metropolitano con carteles sobre la citada prohibición, la emisión de la campaña por las pantallas de televisión instaladas en el suburbano y la colocación de ceniceros especiales en los vestíbulos, con carteles para que los fumadores apaguen los cigarrillos antes de entrar en la red de metro.