Dicen los profesionales de salud laboral que las empresa son pequeñas sociedades. Y, como tales, las enseñas no son ajenas al preocupante aumento del consumo de drogas registrado tras las puertas de las oficinas. En este entorno, los síntomas son variopintos. Unas veces es un descenso de la productividad. Otras, un reiterado absentismo.

Además, en la mayoría de los casos, el empleado se muestra más irascible y registra demasiadas alteraciones de carácter. Los médicos del trabajo alertan de que están detectando un aumento de casos de adición entre los trabajadores, especialmente entre los más jóvenes. Una circunstancia que afecta directamente al rendimiento laboral.

La preocupación por esta realidad es tal, que los facultativos andaluces del trabajo han dedicado la temática del II Simposio de Medicina Laboral al problema de las drogas en el entorno laboral. La cita, que tendrá lugar en Málaga los próximos días 26 y 27 de octubre, reunirá a cerca de 300 especialistas procedentes de toda España.

El presidente de la asociación malagueña de medicina laboral y médico de empresa de El Corte Inglés, José Antonio Cardenete, subraya las repercusiones que tiene el consumo de estupefacientes en el interior de la empresa al tiempo que precisa la dificultad con la que se enfrentan los médicos del trabajo a la hora de detectar y abordar esta problemática. «Es un tema muy delicado, por lo que a menos que el trabajador nos lo cuente no podemos hacer nada. En ese caso intentamos brindarle apoyo psicológico o derivarle a asociaciones como Proyecto Hombre», dice.

Eso sí, aunque el empleado no lo confiese, los expertos aseguran que siempre hay signos que dan pistas de que algo pasa, tales como capacidad disminuida de concentración, indicios de fatiga, ausencias justificadas (especialmente antes y después de los fines de semana), disminución del cuidado y aseo personal o irritabilidad.

¿Pero qué ocurre cuando saltan las alarmas? Antonio Martín, médico de empresa del Ayuntamiento de Torremolinos, explica que salvo en el caso de los Bomberos o los Policías -que pueden quedar retirados hasta seis años del servicio- la ley de prevención de riesgos laborales no establece ninguna penalización para los empleados que consuman drogas.