Las autoridades están preocupadas por el aumento de laboratorios detectados y de arrestos relacionados.
La sustancia lista para consumir aparenta ser tan inocua que, a primera vista, parece polvo de hornear. Pero la metanfetamina es tan tóxica que si alguien fuma los residuos de la droga de un laboratorio casero podría enfrentar graves problemas respiratorios.
Pese a su peligrosidad, el consumo, los laboratorios detectados y los arrestos relacionados con esta clase de drogas han aumentado en 2005.
«Estamos viendo que [las metanfetaminas] están sobrepasando a la heroína como droga ilegal «, dice el sargento Ken Albrecht, de la unidad antinarcóticos de la policía de San Antonio.
En lo que va del año, los agentes de la Dirección Antinarcóticos (DEA) han identificado 31 laboratorios de metanfetaminas en la ciudad.
La cifra hasta mayo es casi igual a la de todos los laboratorios detectados todo el año pasado.
En 2004 se detectaron 44 laboratorios. En 2003 fueron 47, según la DEA.
Entre enero y marzo de 2005 ha habido 389 arrestos en la ciudad relacionados con las metanfetaminas. En ese mismo período de 2004, los arrestos fueron 334.
Para los consumidores, el polvillo resulta atractivo porque creen que es inofensivo porque se fabrica con sustancias legales. Produce una sensación de poder y bienestar general que seduce a sus compradores.
El problema ha llegado al Congreso estatal, que estudia un proyecto de ley para controlar la venta de la seudoefedrina, el principal ingrediente de las anfetaminas (ver recuadro).
La producción de metanfetaminas es mucho más fácil que la de drogas como la cocaína o la heroína.
El polvillo se produce en pequeños laboratorios caseros que muchas veces se pueden instalar en habitaciones de motel. Ahora las autoridades han comenzado a detectar algunos casos de laboratorios en los hoteles.
«Un hotel es más caro pero también más discreto», dice Joe Arabit, agente de la DEA. Incluso han encontrado laboratorios instalados en vehículos.
Sea cual fuere el lugar, la idea es que el laboratorio sea ambulante y que cuando el productor se marche no deje rastros de su identidad, aunque sí una atmósfera llena de gases tóxicos.
El incentivo para producir esta droga —según agentes antinarcóticos y de la policía— es la facilidad con que se consiguen los ingredientes (en cualquier supermercado se venden medicamentos con seudoefedrina) para su fabricación y la rapidez con que se produce.
Sólo basta invertir unos $400 para fabricar cierta cantidad de polvo que se puede vender en $4,000.
Y el proceso de separar las sustancias químicas y después destilar el producto para su venta sólo demora entre seis y ocho horas.
Pero muchas veces los productores dejan en los laboratorios móviles desechos tóxicos imposibles de limpiar. Cuesta unos $2,000 limpiar un lugar que sirvió de laboratorio, según la DEA. Eso sin contar con que hay que cambiar la alfombra, las cortinas, las sábanas y los muebles del lugar