Una vez más Internet ofrece su mejor cara para ayudar a los adictos al tabaco. Un nuevo estudio muestra las bondades de un programa on-line completamente automatizado -sin contacto personal con los terapeutas- y basado en las posibilidades audiovisuales que ofrece al medio. Los autores logran demostrar su eficacia a corto plazo.

Un conjunto de expertos del Centro de Ciencia Aplicada de Oregón (EEUU) decidió evaluar la eficacia del programa 1-2-3 smokefree a través de Internet. Un total de 350 fumadores (mayores de 18 años y dispuestos a dejar el tabaco en 30 días) participaron en el estudio. La mitad de ellos recibió el tratamiento on-line y el resto fue puesto en lista de espera durante 90 días (el grupo control).

Según recoge «Tobbaco Control«, los contenidos de la página Quitcigs.org se estructuran en cinco módulos fundamentales: los beneficios de suspender el consumo; cómo superar las barreras; estrategias para evitar situaciones que propician las ganas de fumar; cómo afrontar la abstinencia y establecer una fecha para dejarlo.

Los participantes -de los cuales un 52% eran mujeres- fueron entrevistados al principio del programa, una vez finalizado éste y a los 90 días. 192 completaron las tres entrevistas. Pasados tres meses, un 24,1% de los que recibieron el tratamiento por Internet había dejado el tabaco, en comparación con el 8,2% de los sujetos del grupo control.

Entre los posibles puntos débiles del estudio, los autores hacen referencia al alto nivel de arrepentimiento registrado en los dos grupos de estudio. Como ellos mismos explican, este hecho podría haberse debido a que algunos usuarios dejaron de tener acceso a Internet.

También podría relacionarse con el anonimato característico del medio: «Los usuarios puede que no sientan una conexión personal con los que llevan a cabo el programa y eso quizás disminuya su motivación para dejarlo».

Una herramienta de intervención

Frente a ésta y otras posibles limitaciones del trabajo, los expertos señalan que «Internet continúa siendo una atractiva herramienta de intervención porque el incremento en el coste por usuario es insignificante y la potencial relación coste-eficacia es fabulosa».

En este sentido, apuntan que obtiene buenos resultados desde el punto de vista del alcance, eficacia, adopción, implementación y costes de mantenimiento. «El posible valor sobre la salud pública […] es grande», señalan.

Y añaden: «El uso de una intervención completamente automatizada a través de Internet resultó en una elevada abstinencia de los cigarrillos. Este dato se mantiene frente a otras intervenciones autoadministradas, como por ejemplo un manual de autoayuda, que tienen una eficacia mínima cuando se usan solas».