El presidente Barack Obama presentó este miércoles una serie de iniciativas para combatir la adicción a la heroína y los analgésicos opiáceos, que incluyen un mayor acceso a los tratamientos y la capacitación necesaria a los médicos que los prescriban.

Durante una visita a Charleston, Virginia Occidental, el estado con la tasa más alta de muertes por sobredosis de todo el país, el mandatario dio a conocer impactantes cifras sobre el abuso de drogas en Estados Unidos.

«Más estadounidenses mueren cada día debido a sobredosis de drogas, que en accidentes de tránsito. Y la mayoría de esas sobredosis involucran prescripciones de drogas legales», dijo.

Las nuevas medidas suponen compromisos del sector privado para ampliar el acceso al medicamento Naloxone, que permite revertir en el cuerpo el efecto de la sobredosis, entre los equipos de respuesta a emergencias de la policía o los bomberos, así como para una nueva campaña de sensibilización en los medios de comunicación.

Además, los planes de salud públicos deberán revisar sus directrices para proporcionar y cubrir tratamientos contra el abuso de medicamentos recetados y el consumo de heroína.

«Todos tenemos un rol que jugar», subrayó el presidente al asegurar, además, que no se puede luchar contra esta epidemia sin eliminar el «estigma» asociado a los adictos. «Se trata de una epidemia. El abuso de sustancias no discrimina».

Cifras escandalosas

En su discurso, Obama confesó estar «alucinado» con algunas de las estadísticas recientes sobre la adicción a la heroína y los opiáceos.

Entre ellas, el presidente citó que:

-En 2013 las sobredosis por analgésicos opiáceos recetados mataron «a más de 16.000 estadounidenses».

-En 2012 se prescribieron 259 millones de recetas de analgésicos opiáceos, lo que equivale a un frasco de píldoras para cada adulto estadounidense.
-Cuatro de cada cinco consumidores de heroína comenzó su adicción a raíz de un mal uso de los opiáceos recetados.
-La tasa de muertes por sobredosis de heroína en el país se multiplicó casi por cuatro entre 2002 y 2013, cuando era de 2,7 por cada 100.000 personas, según datos recientes de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).

El encargado de presentar al presidente también participó en un foro con ciudadanos de Charleston. Su nombre es Jordan Coughlen y lleva 22 meses en recuperación por adicción a los opiáceos. Éñ confesó haber estado en coma durante cinco días por una sobredosis accidental.

«El tratamiento es efectivo y la recuperación ocurre», enfatizó Coughlen al relatar su experiencia.

En agosto pasado, la Casa Blanca anunció una nueva Estrategia de Respuesta a la Heroína, dotada con 2,5 millones de dólares y centrada en el tratamiento de los adictos frente a su criminalización y persecución judicial.