Las mujeres deben someterse a controles sobre el consumo de alcohol durante el primer trimestre del embarazo, de acuerdo con las nuevas recomendaciones del American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG), publicadas en Obstetrics & Gynecology.

«El alcohol está tan presente en nuestra sociedad que muchas mujeres se sorprenderían al saber que su consumo supera un nivel seguro. Pueden considerar que su consumo de alcohol es normal, porque es similar a los patrones de consumo de su familia, amigos y círculos sociales», apunta la Dra. Maureen G. Phipps, presidente de un Comité del ACOG dedicado a la atención sanitaria para mujeres de bajos recursos. «Pero debido a nuestra fisiología», advierte, «que no procesa el alcohol de la misma manera que los hombres, el exceso puede causar estragos en nuestros cuerpos. Los riesgos se amplifican en las mujeres que están o pueden quedar embarazadas, debido a los posibles efectos perjudiciales de la exposición del feto al alcohol».

El dictamen del Comité define el consumo peligroso de alcohol como más de 7 bebidas por semana y también como cualquier cantidad de consumo de alcohol en mujeres embarazadas o con posibilidades de embarazo. Las directrices del ACOG ofrecen, igualmente, sugerencias sobre cómo hablar con las pacientes sobre el consumo de alcohol y cómo derivar a las mujeres alcohólicas para que se sometan a tratamiento, así como un gráfico estándar de mediciones de bebida, y otros recursos útiles.

Pérdida de ingresos, negligencia, depresión…

«Obstetra y ginecólogos tienen la oportunidad de educar a las mujeres en la toma de decisiones seguras y saludables sobre la ingesta de alcohol», señala la Dra. Phipps. «Las mujeres embarazadas y aquéllas con riesgo de embarazo deben recibir información clara y convincente para evitar el consumo de alcohol, para aceptar la abstinencia o tomar una anticoncepción eficaz», añade.

Entre las mujeres de Estados Unidos, el alcohol es la tercera causa de muerte evitable. Los efectos adversos de los altos niveles de consumo de alcohol incluyen reducción de la fertilidad, trastornos menstruales, lesiones, aumento del riesgo de algunos tipos de cáncer y desnutrición. Los problemas psicosociales implican pérdida de ingresos, negligencia, deterioro del juicio, conducción bajo la influencia del alcohol y depresión. El alcohol es teratogénico, y la exposición prenatal puede causar alteraciones del crecimiento, anormalidades faciales, el sistema nervioso central o discapacidad intelectual y trastornos de la conducta en el futuro hijo.

Obstetrics & Gynecology 2011;118:383-388