Nada de mandos a distancia para desbloquear el sistema. En Japón, las máquinas expendedoras de tabaco podrían funcionar muy pronto con un sistema de reconocimiento facial que delataría a los clientes menores de edad.

La compañía Fujitaka Co»s, fundada en 1950, ha desarrollado una máquina de vending que determina la edad del comprador a partir del número de patas de gallo y arrugas que surcan su rostro, la flacidez de la piel y su estructura ósea.

La máquina incorpora una cámara y un software que compara la imagen que recibe con una base de datos de más de 100.000 personas, según explicó a la agencia Reuters el portavoz de la empresa, Hajime Yamamoto.

«Con este sistema se evita el problema de los jóvenes que toman prestados carnés de identidad para poder comprar tabaco», asegura Yamamoto. «Si eres adulto y tienes cambio, puedes seguir adquiriendo cajetillas sin problema», añade.

Según el portavoz de Fujitaka, el sistema es capaz de identificar al 90% de los usuarios. El 10% restante lo compondrían «menores que parecen adultos y adultos con aspecto aniñado», a los que se les pediría el carné de conducir.

El Gobierno japonés prepara para el mes de julio una ley que obligará a los propietarios de las 570.000 máquinas expendedoras de tabaco que existen en el país a asegurarse de que los clientes no son menores.

Fujitaka cuenta con hacer su agosto, aunque las autoridades dudan de la precisión de su sistema y todavía no lo han autorizado.

Según el ministerio de Sanidad nipón, el 13% de los chicos y el 4% de las chicas de 17 ó 18 años fuman cada día. La edad legal para poder comprar tabaco en Japón es 20 años.