Las personas fumadoras de edad avanzada presentan una tasa de declive mental relacionado con el envejecimiento cinco veces más rápida que aquellas personas que nunca han fumado.

Es lo que concluye un estudio publicado en «Neurology» por investigadores del Instituto Nacional de Envejecimiento de Estados Unidos, quienes añaden que entre los ex fumadores, el declive mental es el doble de rápido que entre los que nunca fumaron.

En la investigación, evaluaron la función mental en 9.209 personas mayores de 65 años, que volvieron a ser reevaluados dos años más tarde. Ninguno presentaba demencia al inicio del estudio.

Según los autores, estos resultados representan otra razón para abandonar el hábito y no se trata del primer estudio que asocia el tabaquismo con el declive mental.