Viajar en coche con un fumador es tan malo para la salud o incluso peor que pasar la tarde en un bar en el que está permitido fumar. En concreto, los niveles de nicotina en los coches de los fumadores son hasta dos veces mayores que los encontrados en bares, según afirma un pequeño estudio desarrollado por miembros de la Facultad de Salud Pública de la Johns Hopkins University (Estados Unidos).

Para realizar la investigación, publicada en “Tobacco Control”, el equipo reclutó a 17 fumadores y 5 no fumadores. Todos los participantes conducían a diario su propio automóvil hacia y desde el trabajo, en un camino de al menos 30 minutos.

Los investigadores colocaron dos monitores de aire en cada coche durante un período de 24 horas, uno en el reposacabezas del asiento delantero del acompañante y otro en la parte trasera para medir los niveles de nicotina y analizaron 44 muestras.

El equipo midió la nicotina porque es “fácil de rastrear” en el humo del tabaco, indicó la directora del estudio, Ana Navas-Acien, “aunque este humo del cigarrillo contiene muchas otras sustancias dañinas”, apuntó.

No se hallaron niveles de nicotina en los coches de los no fumadores, pero en los coches de quienes fumaban las concentraciones promediaron los 9,6 microgramos de nicotina por metro cúbico. La cifra representa hasta un 50% más que las concentraciones medidas habitualmente en lugares públicos y privados en los que está permitido fumar, como bares y restaurantes, afirman los autores.