Problemas de sueño y concentración, irritabilidad, ansiedad, falta de motivación y rendimiento laboral o académico, pérdida de autoconfianza… Son algunas de las consecuencias del tecnoestrés, una alteración relacionada con el uso abusivo del móvil y las redes sociales a la que la psicología trata de dar respuesta.

Se trata de una nueva adicción que afecta fundamentalmente a jóvenes y que en algunos casos ha venido a sustituir a otras más habituales hasta ahora entre esta población como el consumo del alcohol, el tabaco o el cannabis, según ha explicado a EFE Francisca López Torrecillas, catedrática del departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Granada y miembro del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento.

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