La Asociación Norte de Tenerife de Atención a las Drogodependencias (Antad) atendió en el año 2002 a un total de 1.966 personas, lo que supone un ligero incremento respecto a 2001. El presidente de la entidad, Juan Carlos Fernández, afirma que el consumo de heroína se encuentra estabilizado e, incluso, tiende a decrecer; sin embargo, alerta del consumo «silencioso y creciente» de cocaína y drogas de síntesis o diseño, «cuyos graves efectos comenzarán a salir a la luz en unos años».

Cuando se creó Antad, hace ahora once años, el 80% de las personas que se acercaba a sus centros tenían problemas con la heroína. En la actualidad, esta sustancia representa el 59% de los casos, seguida por el alcohol (22%), el cannabis (10%) y la cocaína y el crack (6%).

Fernández hace hincapié en el evidente aumento del consumo de las drogas «de uso recreativo» (cocaína, cannabis, éxtasis, etc.). «Las personas que toman estas sustancias cuando salen de fiesta aún no llegan a nosotros, porque no tienen conciencia de adicción ni sufren problemas importantes», subraya.

«La mayoría son gente joven y sana, pero en unos años comenzaremos a ver los efectos de estas sustancias en sus vidas».

Fernández recalca que el modelo del clásico «yonqui» está en desuso y que ahora los drogodependientes tienen nuevas pautas de consumo y una sintomatología mucho menos evidente. Por ejemplo, destaca que es posible convivir durante mucho tiempo con un consumidor de estas drogas de ocio «sin detectar su adicción».

El presidente de Antad no se atreve a hablar de un plazo en el que esta masa latente de consumidores saldrá a la luz, «pero un día se encenderá la chispa y aparecerán».

En su opinión, en los últimos años se ha producido un cambio «bestial» en cuanto a las pautas de consumo. La edad de inicio se ha reducido y ya no resulta extraño que niños de doce años de edad, o incluso menos, realicen un primer acercamiento a las drogas.

Antes de los 18 años, se inician en el consumo el 53,32% de los alcohólicos, el 53,4% de quienes acuden a Antad por problemas relacionados con el cannabis, el 29,66% de los heroinómanos y el 26% de los cocainómanos. Casi el 80% de los pacientes de la entidad comienza a tomar estas sustancias entre los 12 y los 25 años.

El II Plan Canario

Antad confía en que la aplicación durante los próximos cinco años del II Plan Canario sobre Drogas permita incrementar su financiación – proveniente casi en exclusiva de la Dirección General de Drogodependencias, con colaboraciones puntuales de ayuntamientos y Cabildo – , aumentar sus programas de prevención y conseguir la integración de los servicios de atención a las drogodependencias en los centros de salud del Gobierno de Canarias.

Que los toxicómanos sean tratados como el resto de enfermos, y en los mismos servicios, es uno de los anhelos de Antad. El citado plan abre la puerta para que este deseo sea una realidad. Juan Carlos Fernández lo tiene claro: «Va lento, pero ya está encaminado».