El último número de la revista informativa Solera, del Centro de Mayores de Hellín, ha publicado algunas de las recomendaciones del Programa Envejecimiento y Salud de la Organización Mundial de la Salud, que se concretan en medidas de acción individuales y medidas de acción políticas tendentes a lograr «un envejecimiento activo».

Así, en el primero de estos grupos, y como recomendaciones generales en relación a las enfermedades de la edad adulta, la OMS aconseja hacer uso de los programas de prevención disponibles, visitar al médico de manera regular y mantener un estilo de vida «saludable», materializado éste en una serie de hábitos diarios. En este sentido, se citan como medidas individuales, respecto al consumo de tabaco, dejar de fumar y educar a los hijos acerca de los efectos perjudiciales del tabaco, en tanto que se mencionan como medidas de acción política la prohibición de la publicidad del tabaco y de su venta a menores, así como el fomento de la educación para la salud en las empresas y las escuelas.

Otro de los hábitos analizados por la OMS es el consumo de alcohol. En este sentido, se citan como medidas individuales mantener unos límites moderados en su consumo y buscar ayuda profesional en el caso de que se piense que el alcohol se consume de una forma «excesiva», mientras que como medidas de acción política se habla de la prohibición de la venta de alcohol a menores, que ya se aplica en varias comunidades españolas.

La nutrición también es un elemento que forma parte del programa Envejecimiento y Salud de la Organización Mundial de la Salud. Así, como medidas individuales las recomendaciones pasan por consumir alimentos con alto contenido de fibra y bajo contenido de grasas animales y sal, además de adelgazar si se tiene sobrepeso y mantenerse en un peso normal. Respecto a las medidas de acción política, se apuesta por incrementar la conciencia entre los consumidores de la relación entre buena nutrición y salud

Actividad física

La actividad física ocupa un lugar destacado dentro de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud en este programa, que habla de los beneficios de hacer ejercicio, de forma regular, desde los años jóvenes hasta las edades más avanzadas.

En este sentido, la revista Solera también se hace eco de las recomendaciones de Enrique Arriola, médico geriatra de la Fundación Matía, aparecidas en la Guía Sociosanitaria para Personas Mayores.

Arriola establece como el primero de los pasos la consulta a un médico sobre el tipo de actividad física o deportiva que puede realizar cada persona mayor, y que, en cualquier caso, «debe comenzar poco a poco y progresar gradualmente». En esta misma línea, el geriatra recuerda que el tipo de jercicio indicado está condicionado «no sólo por la situación física sino, sobre todo, por la experiencia deportiva anterior».

Otra de las recomendaciones de este profesional pasa por la práctica del ejercicio al aire libre, y si es posible en solitario o en lugares aislados. En caso de que no pueda practicarse el ejercicio al aire libre, se recomienda un sitio cerrado «espacioso, aireado y sin excesivo calor ambiental».

Finalmente, Enrique Arriola recomienda usar ropa deportiva «que permita la facilidad de movimiento».