La Fundación Salud y Comunidad (FSC) acaba de finalizar un estudio sobre la eficacia de la intervención en las comunidades terapéuticas (CT) para personas dependientes del alcohol y/o cocaína. Pese a la relativa antigüedad de este tipo de intervenciones, existen pocas evaluaciones sobre la calidad y eficacia de este tipo de tratamientos. Por este motivo, resulta de gran interés que la organización haya realizado esta investigación, a partir de la cual se pretenden evaluar los resultados de la intervención en las comunidades terapéuticas a corto, medio y largo plazo. La mejora en áreas significativas de la vida es indudable en la mayoría de los usuarios/as entrevistados/as, según indica el estudio. La entidad acumula una experiencia de 16 años realizando intervención profesional con personas drogodependientes.
Según esta investigación, basada en una muestra compuesta por 76 usuarios/as de comunidades terapéuticas de FSC con permanencia en ellas durante un mínimo de tres meses, un 59% de los ingresos se debió a problemas de adicción al alcohol, un 25% fue por cocaína y un 14% por combinación de ambas drogas. De los 76, un 74% de los entrevistados fueron hombres y un 26% mujeres, con una con una edad aproximada de 38 años.
Respecto a la media del tiempo transcurrido desde la salida de los/las usurarios/as del centro terapéutico hasta el momento de realización de la entrevista, fue de aproximadamente 8 años y medio, lo cual es un dato significativo, que refleja los buenos resultados del tratamiento de las personas con problemas de adicción a determinadas drogas en comunidades terapéuticas.
Por otro lado, y lejos del estereotipo sobre el perfil de la persona con adicción a las drogas, la mayoría de usuarios/as entrevistados tienen estudios y existe la misma proporción de personal no cualificado y de empresarios/as. Por otra parte, otro dato a destacar a la vista de los resultados es que un 80% de las personas que integran la muestra ya había realizado intentos previos de desintoxicación/deshabituación de la droga de consumo.
En el caso de la incidencia del tratamiento en las comunidades terapéuticas de FSC los datos son abrumadores: Un 80% de las personas de la muestra reconoce mejoras en su situación laboral tras su paso por la comunidad, un 72% afirma que ha mejorado su estabilidad profesional y un 39,4% señala haber mejorado la categoría profesional.
En el ámbito relacional, la satisfacción con la pareja, los hijos/as y la familia extensa pasa de ser satisfactoria en un 5% de los casos a un 69%, tras su paso por la comunidad terapéutica.
Por otra parte, el 95% de los/las usuarios/as afirman en el momento de la entrevista que su estado de salud es bastante bueno o muy bueno. Además, un 93% considera que su estado de ánimo ha mejorado sustancialmente. De hecho, el porcentaje de personas con algún tipo de pensamientos de suicidio desciende del 60 al 20%, tras el paso de una comunidad terapéutica. No obstante, como podemos ver, éste sigue siendo un tema preocupante.
Estas conclusiones del estudio demuestran la eficacia del tratamiento en las distintas áreas de la vida de la persona con problemas de adicción, así como resultados satisfactorios en el tratamiento concreto que se lleva a cabo en las comunidades terapéuticas de FSC. En esta línea, destacar el buen resultado del trabajo realizado, ya que un 95% de las personas de la muestra cree que el tratamiento recibido en los centros de la Fundación Salud y Comunidad ha tenido una influencia importante, muy importante o determinante en su recuperación, dando una calificación excelente al trato humano ofrecido por los profesionales que trabajan en este tipo de centros.
Señalar también que un porcentaje ampliamente mayoritario de los entrevistados no ha consumido drogas psicoactivas en el mes anterior a la entrevista. De hecho, un 48% ni siquiera ha tenido una pequeña recaída. No obstante, casi todas las recaídas son breves y se superan. Por tanto, la mejora en áreas significativas de la vida es indudable en la mayoría de los usuarios/as entrevistados/as.
En este estudio de evaluación se han considerado, entre otras, variables sociodemográficas; de estancia en la CT; académicas y profesionales; de consumo; variables sobre el estado de salud; variables sobre tiempo libre/ocio; variables relacionadas con las relaciones familiares, etc.
La intervención con personas dependientes a determinadas drogas en el marco de los dispositivos residenciales de larga estancia y tratamiento intensivo, más conocidos como «comunidades terapéuticas» es relativamente antigua en España, habiéndose desarrollado desde principios de los años 80, si bien estos dispositivos han sido dirigidos durante mucho tiempo de forma prácticamente exclusiva a personas dependientes de la heroína.
Por su parte, la Fundación Salud y Comunidad puso en marcha en Cataluña hace ya 16 años una comunidad terapéutica, siendo una de las primeras en España en atender a usuarios/as de alcohol y, posteriormente, la primera en combinar exitosamente la terapia de éstos/as con el tratamiento a personas dependientes a la cocaína.
Por otro lado, la organización ha abierto hace algo más de un año una segunda comunidad terapéutica con el ánimo que siempre le ha caracterizado de adaptarse a las necesidades cambiantes del colectivo atendido. En este caso (Centro Terapéutico Residencial Riera Major) se proporcionan procesos más intensivos en un tiempo más corto para aquellas personas que precisan de un distanciamiento temporal de su entorno, pero que no necesitan estar alejados de su realidad por más de medio año.
La Fundación Salud y Comunidad ofrece un itinerario completo de tratamiento compuesto por seis servicios especializados que se complementan. Se trata del “Circuito de Atención Integral en Adicciones” formado por sus Servicios de Atención Psicosocial, (www.fsyc.org/sap); el Centro Terapéutico Residencial Can Coll de estancia media, (www.fsyc.org/cancoll); el Centro Terapéutico Residencial Riera Major de estancia corta (www.fsyc.org/rieramajor); dos Residencias Terapéuticas Urbanas (www.fsyc.org/resiurbana) y un Taller Sociolaboral, recurso terapéutico que complementa al tratamiento ambulatorio, (www.fsyc.org/taller).
La ventaja de que la misma entidad (FSC) disponga de esta red de centros especializados es que se consigue una alta coherencia en la línea técnica de intervención y se facilita enormemente la derivación y el paso de un dispositivo a otro, evitando así las interrupciones en el tratamiento, la falta de coordinación, etc.
La organización tiene una tradición de más de 20 años de experiencia en la atención de calidad a los problemas de las personas. Actualmente, más de 27.000 personas se benefician directamente cada año de sus servicios, a través de más de 700 profesionales en más de 40 proyectos.