El consumo de alcohol durante el embarazo perjudica seriamente la integridad física y mental del recién nacido. El 3% de las mujeres embarazadas reconocen consumir cantidades importantes de alcohol durante en ese periodo. Cada año, más de 40.000 bebés nacen con algún defecto físico o retraso mental, constituyendo un problema socio-sanitario importante.

Teniendo en cuenta esta situación cabe señalar que, en la actualidad, conocer los factores que pueden influir en la aparición de los efectos ocasionados por el alcohol en el recién nacido es uno de los principales temas de investigación en la actualidad.

Así, un estudio publicado en la revista médica Journal of Pediatrics ha demostrado la existencia de un gen cuya mutación protege frente a los síntomas de los niños cuyas madres han consumido alcohol durante la gestación. El gen, conocido como ADH1B, ha sido relacionado con los efectos nocivos derivados del alcohol.

El estudio incluye a 263 mujeres y sus hijos, 214 de las cuales habían consumido alcohol durante el embarazo. Las mujeres que tenían la mutación en el gen ADH1B tomaron menos alcohol durante el embarazo y los niños nacidos de estas madres no sufrieron ningún problema asociado al consumo de alcohol, con respecto a los niños cuyas madres no tenían la mutación del gen. Este descubrimiento supone un gran avance para predecir el riesgo de tener hijos con defectos congénitos secundarios al alcohol, aunque las Asociaciones de Pediatría insisten en que la principal prevención de estos defectos es evitar el consumo de alcohol durante la gestación.

Al margen de esta situación, los datos indican que aún hay muchas mujeres que consideran que el consumo moderado de alcohol durante el embarazo no repercute en la salud del feto. Sin embargo, la evidencia científica ha demostrado que cualquier cantidad de alcohol ingerida durante el embarazo afecta al feto. Teniendo en cuenta esto, los profesionales de la salud recomiendan la «opción cero«, es decir que las mujeres embarazadas no consuman alcohol durante la gestación y el período de lactancia.

Los niños que nacen de mujeres que han consumido alcohol durante la gestación padecen problemas como retraso mental, consistentes en mal aprendizaje, comportamiento anormal y malformaciones cardíacas y faciales, entre otros. En algunos casos, como los niveles de alcohol en la sangre del feto pueden ser muy elevados, el recién nacido sufre el denominado Síndrome Alcohólico Fetal que pone en peligro su vida. Cada año, más de 6.000 recién nacidos en Estados Unidos padecen este síndrome.