Los problemas sanitarios derivados del consumo de tabaco suponen un desembolso anual de 100.000 millones de euros en la Unión Europea, según datos facilitados hoy por el director de la Representación en España de la Comisión Europea, José Luis González Vallvé.

Durante la presentación en rueda de prensa del Manifiesto de la Juventud Europea sobre el Tabaco, que tuvo lugar hoy en Madrid, González Vallvé explicó que este gasto es similar al presupuesto que se destina cada año a las instituciones europeas.

Además, alrededor de 650.000 personas mueren cada año en el continente a causa del consumo de tabaco, pese a que tres cuartas partes de la población europea reconoce que tiene efectos perjudiciales.

Por su parte, Jesús Rubio, miembro de la Unidad de Prevención y Control de Tabaquismo del Ministerio de Sanidad y Consumo, estimó que la mitad de los fumadores habituales morirá a causa de este hábito.

TABAQUISMO PASIVO Entre otras cuestiones, estos expertos añadieron que el 14% de las muertes en España es atribuible a los cigarrillos y que, de cada cinco personas que muere a causa del tabaquismo activo, una lo hace como consecuencia del tabaquismo pasivo.

Este último aspecto se relaciona, según apuntaron, con enfermedades como el cáncer de pulmón o de nariz, problemas cardiovasculares, bronquitis, así como con un mayor riesgo de abortos espontáneos y partos prematuros.

Concretamente, entre 8.600 y 11.500 personas murieron en España en el año 2002 a causa de la exposición indirecta al humo de tabaco en el hogar, el lugar de trabajo o en zonas de ocio.

Carles Ariza, miembro de la Agencia de Salud Pública de Barcelona, destacó que, aunque los jóvenes españoles son «mucho menos precoces» en cuanto al inicio de este hábito que los de otros países, «a medida que avanza la edad, el consumo es superior al de la media europea».

MANIFIESTO Durante el acto, la coordinadora de salud del Consejo de la Juventud de España, Luz María López, presentó el Manifiesto de la Juventud Europea, iniciativa de la campaña «Help, por una vida sin tabaco» de la Unión Europea, con la colaboración del Foro Europeo de la Juventud.

Según explicó, este proyecto, en el que han participado más de 10.000 jóvenes de los Estados miembros de la UE, «constata el empeño de la juventud europea por regular el consumo de tabaco en el continente».

Entre otras cosas, el documento aborda cuestiones relativas al papel de la juventud en la lucha contra el tabaquismo, sobre educación y prevención, mecanismos de deshabituación o sobre la protección frente al tabaquismo pasivo.

En concreto, el texto pide introducir en los planes de estudios europeos un programa sanitario obligatorio que trate el tema del tabaco; herramientas para dejar de fumar gratuitas para los jóvenes; vender los productos sustitutivos de la nicotina a un precio inferior al de los cigarrillos o prohibir su venta en Internet y máquinas expendedoras.

Además, propone que las advertencias sobre salud ocupen el 75% de los envases de tabaco, incluir imágenes que describan los efectos del tabaquismo en las cajetillas y declarar «espacios sin humo» todos los lugares de trabajo y espacios públicos cerrados de Europa.