En laboratorios clandestinos, personas con conocimiento de química elaboran drogas que evaden los controles legales pero causan más daño que las drogas tradicionales.

Son las llamadas «drogas de diseño». Se fabrican manipulando la estructura molecular básica de compuestos, drogas ilícitas o productos farmacéuticos. Y si cualquier droga es dañina, las de diseño son más: la manipulación de su estructura química incrementa sus efectos tóxicos y provocan graves consecuencias neurológicas.

«Las emergencias de los hospitales están recibiendo cada vez más casos de personas graves por efectos de estas sustancias. Las manifestaciones clínicas de quienes consumen drogas de diseño son muy variadas», explica el médico José Félix Oletta, quien junto con Ana Carvajal y Saúl Peña, directivos de la Red de Sociedades Científicas Médicas, realizó un informe sobre el peligro que significan para la salud.

Un ejemplo de la explosividad de los efectos tóxicos en el organismo humano es el que causa la droga llamada Three, un análogo ilícito del Fentanyl, 500 veces más potente que la heroína natural pura. Estas drogas son también difíciles de detectar pues, como afirman los médicos, «todavía las pruebas toxicológicas en orina, sangre y tejidos no son capaces de identificar a la mayoría de las nuevas drogas análogas».

En Venezuela también se consumen. Aunque no existen estadísticas precisas, la Oficina Nacional Antidrogas ya había detectado, en 2009, que algunos adolescentes las consumían. En el Estudio Nacional de Drogas en la Población Escolar, realizado en más de 74 mil jóvenes entre 12 y 18 años, detectaron que 0,8% de varones y 0,3% de chicas consumían écstasy. En el caso de las metanfetaminas, hechas de compuestos farmacéuticos manipulados, la prevalencia fue de 0,7% en hombres y 0,2% en mujeres, mientras que el consumo de fármacos estimulantes es más alto: 2,6% en ambos sexos.

El écstasy es la droga de diseño más popular. Entre sus características se encuentra que no produce la típica hiperactividad de las metanfetaminas, pues fue manipulada químicamente con estos fines. Cada vez se vuelve más peligrosa: «Recientemente se ha identificado un écstasy extremo, al que se ha adicionado metanfetaminas. Esto coincide con un aumento de 186% en convulsiones provocadas por écstasy, registrado por las autoridades antidrogas de Estados Unidos.

Las «sales de baño» se han popularizado en Norteamérica. Se hicieron más famosas por el caso del «caníbal» de Miami pues se sospecha que las había consumido. Este tipo de droga multiplica la violencia y agresividad que suelen provocar las drogas tradicionales.

El acceso a estos análogos se ha facilitado a través de las ventas en Internet. Su identificación es muy difícil debido a la variedad de presentaciones, concentraciones y mezclas peligrosas. Esto también dificulta el tratamiento a pacientes afectados por su toxicidad. Entre los nombres más comunes se encuentran sales de baño, inciensos, alimentos de plantas, químicos de investigación, súper G, Liquid G, GHB, Ecstasy, MDMA, Rohypnol, Nexus, Fants-1, Eve, MDEA, Double Stack, Special K, Cat, DXM, Ice, Yaba y China White. Estas denominaciones pueden variar.