Menos espacio para la marca en los nuevos paquetes de cigarrillos. Ésa es una de las principales consecuencias de la última Directiva europea antitabaco. La norma, que entrará en vigor el 20 de mayo de 2016, arremete contra el envasado de los cigarros y eleva el nivel de las advertencias sanitarias que contienen los paquetes.

En concreto, los mensajes y las imágenes que informan sobre los efectos nocivos del tabaco, así como el contacto de los profesionales especializados en el abandono del hábito, pasarán de ocupar el 40% de las caras frontales del envase, al 65%. En los laterales, habrá otro 50% destinado a más advertencias sanitarias. Además, para 2019, el sello de la Administración Tributaria tendrá que situarse en la parte de arriba del paquete y los fabricantes tendrán que incorporar a las cajetillas un código de seguridad que facilite su seguimiento y autentificación.

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