El tabaco mata hasta a la mitad de sus consumidores. Concretamente, a 6 millones de personas al año, de las cuales casi un millón son fumadores pasivos, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Aunque las leyes que regulan la venta y el consumo de cigarrillos se han mostrado efectivas en la disminución del número fumadores, como es el caso de la ley sobre consumo de tabaco en lugares públicos, el control de la publicidad resulta un pilar esencial de la lucha contra el tabaquismo. En Australia son pioneros en nuevas estrategias de publicidad antitabaco, y han conseguido reducir el número de fumadores con una innovadora ley.

Hace cinco años, el país oceánico se convirtió en el primero del mundo en implementar una legislación de envasado simple, es decir, exigieron legalmente a las tabacaleras que comercializaran cajetillas de tabaco asépticas, estandarizadas, sin marca o logotipos y con enormes advertencias de salud en el centro de las mismas. 34 meses después de la aprobación de esa ley, el porcentaje de fumadores en Australia pasó del 19,4% al 17,2%, y ahora, un estudio publicado en la revista Addictive Behaviors Reports ha evaluado la iniciativa. Los investigadores analizaron los hábitos de consumo de 178 fumadores antes de puesta en marcha la ley y siete meses después, y los resultados mostraron que los fumadores eran menos propensos a identificarse con una marca determinada y más propensos a tratar de dejar de fumar. Estos resultados evidencian el peso que la identidad de marca puede ejercer sobre el consumo de cigarrillos y destacan el papel crucial de los procesos socio-psicológicos en la eficacia de políticas de salud pública.

Seguir leyendo >>