Atacar la raíz, las causas que llevan a los jóvenes a beber cada vez más, más rápido y a edades más tempranas -13,4 años-, junto a la necesidad de romper el binomio alcohol y diversión, exponentes de la excesiva tolerancia social hacia esta droga legal, han llevado a la Comunidad a redoblar los esfuerzos en materia de educación. Y es que las prohibiciones, que llegarán dentro de tres meses cuando se apruebe la Ley de Drogodependencias y otros Trastornos Adictivos, no bastan. Esa es la razón de ser del Plan Integral Contra el Abuso del Alcohol que complementará la normativa legal.
«Es imprescindible hacer un esfuerzo mayor que el actual y agilizar la prevención en la escuela y la familia. Para ello, el Plan de Prevención de Drogas en el medio escolar (PPD) se va a remodelar por completo», subraya José Manuel Torrecilla, gerente de la Agencia Antidroga. Prueba de ese «esfuerzo ingente es que en la próxima legislatura la formación en esta materia alcanzará a todos los alumnos de primaria y secundaria», que en este curso ascienden a 698.344.
Implicar a profesores y padres
La Comunidad superará así la estrategia del Plan Nacional sobre Drogas que establece la cobertura del 80 por ciento de la población escolar en 2008. «Nos adelantaremos y llegaremos al cien por ciento antes de cinco años». El próximo mes de junio 50.000 alumnos -un 7 por ciento- conocerán los factores de riesgo que pueden encadenarles a una «botella». La extensión de la prevención comenzará el próximo curso, cuando se llegará a 100.000.
Los cambios afectarán también a los profesores, encargados de impartir esta formación, que no tendrán que hacer el esfuerzo adicional que se les exige ahora. Recibirán conocimientos básicos sobre drogas y se facilitará su labor a través de los nuevos materiales de prevención, diseñados por la Agencia Antidroga, básicamente audiovisuales. «Supone un cambio sustancial ya que recibirán los soportes ya elaborados y sólo tendrán que seguir el ritmo marcado por ellos de forma continuada a lo largo del curso». Otra de las dificultades es «acceder a los padres que no se preocupan por la educación de sus hijos». Una de las formas de llegar a ellos será a través de sus hijos «con las sencillas tareas que tendrán que hacer en casa, que exigirán su colaboración». La otra, son las campañas de concienciación generales destinadas a que las familias, núcleo esencial de la prevención, conozcan los peligros de las drogas y qué hacer si surge el problema, con especial hincapié en el alcohol. ¿Cómo comprobar los resultados del PPD? Con una doble evaluación: en los centros docentes y a través de las encuestas domiciliarias y escolares.