En Europa hay entre medio millón y un millón de consumidores de drogas por vía intravenosa, según recoge un informe publicado por el Observatorio Europeo de las Drogas. Estas cifras representan menos del 0,4% de la población de entre 15 y 64 años y no más del 5% de los 18 millones de consumidores de drogas ilegales que se estima hay en el continente.
En general, el uso de las jeringuillas está estrechamente ligado a la marginación y estigmatización de la persona y se concentra en comunidades con importantes carencias sociales e individuos con múltiples problemas físicos, de salud mental y de comportamiento social y persona, señala el Observatorio.
No obstante, aunque esta práctica se está reduciendo en muchos países, aumenta de forma paralela en otras regiones del mundo, elevando el riesgo de sobredosis y contagio de enfermedades como el sida o la hepatitis. Por ello, el Observatorio ha dedicado la última edición de su serie sobre drogas «Drug in focus» a este tipo de consumo y a insistir en la necesidad de priorizar medidas para reducirlo.