Las tabaqueras podrían tener que añadir una advertencia a sus productos porque un nuevo estudio ha demostrado que el tabaco, además de perjudicar seriamente la salud, afecta al rendimiento sexual del hombre. Sin ser el primer estudio que demuestra la relación entre el tabaquismo y la disfunción eréctil, su relevancia radica en establecer vínculos entre este vicio y otros factores que influyen en el rendimiento sexual, como la edad, el colesterol y la diabetes.

Según el nuevo estudio, presentado el sábado ante la 43 Conferencia Anual de Epidemiología y Prevención de Enfermedades Cardiovasculares por investigadores de la Universidad Tulane de Salud Pública y Medicina Tropical de Nueva Orleáns (EEUU), fumar regularmente reduce la capacida sexual.

Los hombres que fumaban más de 20 cigarrillos diarios registraron un 60% de riesgo de disfunción eréctil, en comparación con aquellos hombres que nunca fumaron. Los datos muestran un impacto proporcional a la dosis de cigarrillos consumidos: el riesgo era menor en aquellos hombres que fumaban menos, pero aún era mayor que el de los hombres que no fumaban.

Para desarrollar el trabajo, los investigadores examinaron datos de 4.764 hombres chinos, involucrados en un estudio interasiático, examinando diferentes cuestiones relacionadas con la salud entre los años 2000 y 2001. En este sondeo se incluyeron preguntas sobre el actual estado de los encuestados en relación con el hábito de fumar y la historia y calidad de sus relaciones sexuales. Todos los hombres dijeron haber mantenido este tipo de relaciones en los últimos seis meses antes de ser entrevistados.

«Este no es el primer estudio que documenta una relación entre el hábito de fumar cigarrillos y la disfunción eréctil», indican los autores de la investigación. Sin embargo, este trabajo es único porque puede ajustar otros importantes factores relacionados con la disfunción como la presión sanguínea, el colesterol y la diabetes.

La disfunción eréctil a menudo se relaciona con la arterosclerosis o acumulación de placas que obstruyen el flujo de sangre por los conductos sanguíneos. Fumar es un factor de riesgo bien reconocido de la enfermedad cardiovascular y los estudios han demostrado que hay estrechos paralelismos y riesgos compartidos entre el tabaquismo, las enfermedades coronarias y el rendimiento sexual.