Cerca de un millar de personas asisten en Valencia a una jornada sobre “Ocio y drogas de síntesis”, organizada por el Ayuntamiento y la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), en colaboración con la Dirección General de Atención a la Dependencia.

Los efectos a medio y largo plazo del consumo de drogas de síntesis y el deporte como una buena alternativa de ocio centran el contenido de la Jornada, que reúne tanto a eminentes especialistas en el ámbito de las drogodependencias como a destacados profesionales del deporte. “Con ésta son ya 12 las jornadas que hemos organizado en Valencia en el marco de las actividades de Prevención Comunitaria que desarrolla el Plan Municipal de Drogodependencias. Hemos contado con la participación de más de 5.000 personas inscritas y seguiremos trabajando en la línea de informar para prevenir”, ha declarado el concejal de Sanidad y Consumo, Ramón Isidro Sanchís.

En la presentación de la Jornada, que se celebra en la Facultad de Medicina, el director general de la FAD, Ignacio Calderón, ha manifestado que se ha producido una gran evolución “desde la aparición de la heroína, ligada a la marginalidad, hasta la actualidad en que nos encontramos con una cierta normalización del consumo de drogas relacionadas con el disfrute del ocio”. Calderón también advirtió que ello provoca “una pérdida de la sensación del riesgo que realmente tienen estas sustancias”, de ahí la importancia de organizar iniciativas como la que se inaugura esta tarde a las 16.30 horas. Calderón ha añadido que la FAD está desbordada de peticiones de información sobre drogas, porque es un tema que genera una gran inquietud social.

El director general de Atención a la Dependencia, Bartolomé Pérez Gálvez, ha añadido que “a pesar de que las drogas de diseño no constituyen un problema en el marco de las drogodependencias -valga el dato de que a nivel asistencial apenas significan el 0,3 %-, el problema que producen no es en cuanto a dependencia, sino en lo que atañe al problema toxicológico y de mortalidad que puede generar”.

Pérez Gálvez ha presentado un estudio sobre Hábitos de Ocio y consumo de Drogas de Síntesis”, elaborado por la Dirección General de Atención a la Dependencia, en colaboración con el Ayuntamiento de Valencia, ya que aseguró que el consumo de este tipo de sustancias está vinculado a determinados ocios. “El estudio constata un dato muy llamativo, que el 29% de los jóvenes que sale de marcha lo hace para consumir drogas”.

Según el informe, la edad media de inicio al consumo de drogas de síntesis en la población general (de 15 o más años) es de 18,5 años en la Comunidad Valenciana, “aunque entre los 16 y los 17 años, justo a partir de la edad en que se permite legalmente la entrada a las discotecas, comienza a ascender significativamente el porcentaje de consumidores de estas sustancias”, según ha afirmado Pérez Gálvez.

La frecuencia de las salidas nocturnas de los jóvenes tiene una relación directa con el consumo de drogas de síntesis (siempre en los últimos 30 días), puesto que de las estadísticas que recoge el estudio se desprende que “entre los que no salen nunca el porcentaje de personas que han consumido drogas de síntesis en el último mes es del 0%; del 0,8% entre los que salen ocasionalmente; del 2% entre los que salen una noche a la semana; y se dispara hasta el 8,7% entre los que salen todas las noches del fin de semana. De lo que se deduce que a más frecuencia de salida, mayor consumo”.

El horario de llegada a casa también es un factor que influye directamente en el riesgo de consumir drogas de síntesis, puesto que el porcentaje de los que han consumido en el último mes entre los que llegan entre la una y las dos de la madrugada es del 0,8%; del 1% entre los que llegan a casa entre las dos y las tres; del 1,9% entre los que regresan entre las tres y las cuatro de la madrugada; “y el problema empieza a partir de las cuatro de la mañana, con un porcentaje de consumidores del 5,9%”. El estudio elaborado por la Generalitat ha detectado que uno de cada cinco jóvenes que llega a su casa a la mañana siguiente, tras una noche de marcha, consume drogas de síntesis.

Otro indicador muy significativo es el empleo del tiempo de ocio entre semana, puesto que el 5,9% de los jóvenes que los días laborables dedican la mayor parte de su tiempo libre a los videojuegos o al PC ha consumido drogas de síntesis durante los últimos 30 días, frente a sólo un 2,2% de los que consumieron entre los que no tienen esa práctica de ocio.

Realizar deporte entre semana es, a juzgar por los datos del estudio, claramente preventivo para evitar el consumo de drogas de síntesis,
puesto que únicamente un 2,6% de los que hacen deporte entre semana consumieron drogas de síntesis en el último mes, frente a un 5% de los que consumieron entre los que no hacen ningún ejercicio entre semana.

No es desdeñable tampoco, la influencia del grupo de amigos en los hábitos de consumo de drogas, porque el estudio señala que “entre los jóvenes que admiten que la mayoría de sus amigos consume drogas de diseño el porcentaje de consumidores en el último mes es del 34,7% y esta cifra asciende al 50,1% cuando responden que todos sus amigos consumen. En cambio, entre los que contestaron que sólo hay algunos que consumen, el porcentaje de los que consumieron en los últimos 30 días es del 8,2%.

Las relaciones con los padres son otro indicador del estudio, que constata que el 22,1% de los jóvenes que admiten tener muy malas relaciones con sus progenitores consumieron drogas de diseño en los últimos 30 días, frente a un 2,1% de los que señalan que son “muy buenas”

En lo que se refiere a la relación con el espacio donde disfrutan de su ocio nocturno, cabe destacar que el 41,8% de los que acuden a “afters hours” son consumidores frecuentes (al menos una vez a la semana) de drogas de diseño, así como el 41% de los jóvenes que asisten a fiestas raves, el 25,3% de quienes acuden clubes y el 20,4% de los jóvenes que optan por las discotecas. Por el contrario, sólo un 7% de los que acuden con frecuencia a cafés consumen drogas de síntesis o un 10,3% de los que se divierten en pubs.