El nuevo director general de Salud Pública de Cataluña, Antoni Plasencia (ver DM de ayer), que tomó ayer formalmente posesión del cargo, explicó que está estudiando eliminar la actual Dirección General de Drogodependencias y Sida para integrar el abordaje de estos dos importantes problemas de salud dentro de su área competencial, y ha anunciado su intención de asumir también como actividad propia la prevención en salud mental.
La consejera de Sanidad, Marina Geli, ya anunció en una reciente comparecencia ante el Parlamento autonómico su intención de reforzar y dar prioridad a los problemas de salud pública. Con este encargo, Plasencia tendrá que comenzar por crear la Agencia de Protección de la Salud de Cataluña, ya recogida en la ley del mismo nombre, con la que quedarán separadas las funciones de planificación (en manos de la Dirección General, en el Departamento de Sanidad) y de provisión de servicios, que ejercerá el nuevo organismo autónomo de manera coordinada con las regiones sanitarias y los ayuntamientos. El nuevo responsable quiere contar con toda la red de expertos disponible -incluidos los APD- reforzando su formación continuada y otorgar al Centro de Estudios Epidemiológicos del Sida de Cataluña (Ceescat) un papel más relevante, en la línea ya iniciada por el exconsejero Xavier Pomés.
La experiencia
El hasta ahora director general de Drogodependencias y Sida del Departamento de Sanidad de la Generalitat, Joan Colom, defendía recientemente el abordaje específico conjunto de estos dos problemas de salud pública, diciendo que la experiencia autonómica demostraba que así era posible otorgarles mayor prioridad política y dotación presupuestaria. No obstante, cuando el exconsejero de Sanidad, Eduard Rius, unificó las dos áreas, en el ámbito especializado no se entendió demasiado bien la iniciativa y en el social se llegó a criticar abiertamente diciendo que estigmatizaba a los infectados por el VIH. De hecho, no hay constancia de una actuación de este tipo en ninguna otra Administración sanitaria nacional.