El congreso nacional de medicina y enfermería de cuidados intensivos se clausuró ayer en A Coruña con la presentación del primer trabajo sobre la incidencia del consumo de sustancias tóxicas en pacientes politraumatizados graves.

La investigación, realizada en la UCI de neurotraumatología del Hospital Virgen de las Nieves de Granada, que dirige Fernández Mondéjar, refleja que en la actualidad la presencia de drogas en pacientes que sufren accidentes graves y terminan en la UCI ya supera, hasta duplicar, al alcohol.

Remedios Díaz Contrera, autora del trabajo, explicó que según los resultados, a su juicio extensivos al resto de España, en víctimas de siniestros menores de 45 años ­-que suponen más del 75% del total- se comprobó que el 30% conducía bajo los efectos del cannabis, el 15% había bebido alcohol y el 13% había consumido cocaína. Un 10% había ingerido las tres cosas.

En la muestra general, sin distinción de edad -formada por 97 heridos de UCI registrados en diez meses- la analítica arrojó índices tan sólo un poco inferiores, pero sitúa a la coca como segunda sustancia tóxica: el cannabis estaba presente en el 24,5% de los politraumatizados, la cocaína en el 11,3%, el alcohol en el 9,4% y otras sustancias (fármacos), en el 5,7%. Se trataba en todos los casos de personas con lesiones severas, muchas con traumatismo craneoencefácilo. De hecho, el 16%, fallecieron en la UCI.

La idea de revisar la situación toxicológica de los politraumatizados surgió por la sospecha, evidenciada en la práctica clínica, de que un porcentaje de pacientes se encontraban bajo el efecto de estupefacientes «que también alteran el comportamiento y suponen un factor de riesgo importante a la hora de conducir», señaló la doctora. Díaz recordó que «si bien se considera el alcohol como el principal, el consumo de drogas ha aumentado y no sabíamos exactamente en qué medida incidía en los accidentes». «Hasta ahora -agregó- sólo teníamos análisis de los que se quedan en la carretera, de los que ya no llegan al hospital».

A la luz de los resultados, los intensivistas reclaman la puesta en marcha de campañas intensivas para tratar de frenar a un grupo de pacientes que ya forman un tercio del total de los que pasan por las UCI de traumatología y neurología.