Una investigación llevada a cabo por los laboratorios Viader Análisis, SL de San Sadurni de Noia concluye que con la ingesta de tres copas de vino (300 centímetros cúbicos) durante la comida no se supera la tasa legal de alcoholemia (en el caso de un varón sano). El límite actualmente está fijado en 0,25 miligramos por litro de aire espirado o 0,50 gramos por litro de sangre para los conductores no profesionales y que han pasado el periodo de aprendizaje (no nóveles).

El estudio, cuyas conclusiones han sido publicadas por la revista de la Fundación para la Investigación del Vino (Fivin), aclara también que el nivel máximo de alcohol en sangre se alcanza media hora después de haber ingerido el vino. Ahora bien, en el caso del consumo de cava, la cota más alta se alcanza antes, ya que el carbónico del espumoso acelera la absorción intestinal del alcohol.

En la investigación se analizó el comportamiento de 30 personas (quince hombres y quince mujeres adultas y sanas). En primer lugar, se les extrajo sangre y se les hizo soplar en un etilómetro para tener los datos de cada uno de ellos sin haber consumido alcohol. A continuación, los voluntarios tomaron un menú de 1.000 calorías compuesto por macarrones con tomate frito, carne a la plancha con arroz hervido, un plátano, pan, agua, café y postre. El vino seleccionado fue un Penedés de 12,6 grados. Tras la comida, las quince personas fueron a un laboratorio, donde se les volvió a extraer sangre y soplaron por el etilómetro: a la media hora, a la hora, a la hora y media y a las dos horas.

Conclusiones. La máxima concentración de alcohol en sangre se alcanza entre los 30 y 90 minutos después de haberse ingerido el vino. La velocidad de eliminación de alcohol en una hora para un hombre es de unos 75 kilos de peso es de 180 mililitros de vino (equivalentes a 350 de cerveza y 645 de licor).

Ahora bien, los resultados dependen de muchos factores: en primer lugar, si el vino no se consume comiendo bastaría copa y media (la mitad) para alcanzar la tasa de 0,3 gramos por litro de sangre. En segundo, el alcohol afecta más a los menores de 25 años y mayores de 60 que a los hombres adultos que se encuentran en ese intervalo de edades, y, también a las mujeres. Aproximadamente, la mujer alcanza la misma tasa con dos tercios de la cantidad consumida por un hombre.