Un par de iniciativas muy puntuales de educación sanitaria a adolescentes y tres o cuatro campañas de otros tantos COF informando sobre la interacción entre alcohol y fármacos en la conducción. Ése es el panorama general de la AF en alcoholismo. Ni experiencias documentadas, ni investigaciones, ni estudios. Nada.
Ni siquiera el capítulo «Consejos sobre el consumo abusivo de alcohol» del Libro Blanco para la integración de las actividades preventivas en la oficina de farmacia, editado en 1998 por el Consejo de COF de Cataluña en colaboración con la Generalitat, ha tenido mucho eco entre sus destinatarios.
El responsable de Drogodependencias del COF de Barcelona, Rafael Borrás, apuntó que, aunque el documento es una especie de protocolo para abordar el alcoholismo y detectar posibles bebedores de riesgo (con dos cuestionarios de cribado), sólo hay actuaciones puntuales no registradas.
Según los expertos consultados por EL GLOBAL, no hay ningún motivo especial que explique esta situación, salvo que son modas las que hacen que unos temas atraigan más que otros en un momento determinado.
«En España hemos sido tolerantes todos con el consumo de alcohol. De ahí que la investigación y la práctica de la AF haya ignorado el tema», apuntó Fernando Fernández-Llimós, miembro del Grupo de Investigación en AF de la Universidad de Granada.
Desde este punto de vista, los expertos hicieron autocrítica y reconocieron la oportunidad que supone a este respecto una iniciativa como el anteproyecto de ley que está elaborando Sanidad para prevenir y reducir el consumo de alcohol entre los menores.
De hecho, la vocalía de AF del COF de Sevilla ya ha aprovechado la «coyuntura» para acelerar la organización de la campaña de detección, prevención e información de alcoholismo que tenía en mente mucho antes del anuncio de Sanidad.
La vocal de AF, Encarnación García, no quiso dar a conocer detalles concretos, pero adelantó que el objetivo es que se ponga en marcha durante este curso.
Según afirmó Fernández-Llimós, lo único que necesita el farmacéutico es caer en la cuenta de que el alcoholismo está ahí y que existen posibilidades de actuación. «Tenemos experiencia en toxicomanías. Estableciendo protocolos de actuación, en muy poco tiempo se podrían poner en marcha programas de ayuda al paciente alcohólico o a los padres del paciente alcohólico».
De hecho, según este experto, se podría intervenir en alcoholismo desde la farmacia con métodos muy similares a los empleados en la deshabituación tabáquica o en la prevención y detección del abuso de ciertos fármacos.
La pregunta «¿puedo beber alcohol con el medicamento que estoy tomando?» es muy habitual, según apuntaron los expertos. Rafael Borrás señaló que esta situación da mucho juego para que el farmacéutico intervenga. Existen cuestionarios estandarizados diseñados para producir respuestas relacionadas con problemas asociados con el consumo de alcohol y detectar posibles trastornos en un paciente. «En coordinación con el médico y garantizando la confidencialidad del paciente, el farmacéutico puede hacer un gran trabajo», apuntó Borrás.
El farmacéutio puede, además, ayudar a controlar el tratamiento de deshabituación alcohólica. Fernández-Llimós señaló que esta terapia es muy compleja y, como todas las toxicomanías, tiene que ser afrontada multifactorialmente.
Desde el COF de Navarra se matizó que, en el caso de los menores, para que estas actuaciones desde la oficina de farmacia sean más efectivas deben estar dirigidas más hacia los padres de los jóvenes que hacia los jóvenes mismos.
«El público joven no es usuario ni habitual ni frecuente de las oficinas de farmacia y cualquier iniciativa dirigida a este colectivo tendrá escasa repercusión si se aborda desde las farmacias», explicaron fuentes colegiales.
Por este motivo, desde esta organización colegial se apuesta por participar en iniciativas más globales, promovidas desde otros estamentos, en las que los farmacéuticos sean un eslabón más de información y educación.
Precisamente, una de las pocas actuaciones de los farmacéuticos en el abordaje del alcoholismo se enmarca dentro de la educación sanitaria y promoción de la salud desde instancias ajenas a la oficina de farmacia.
Farmacéuticos de Sevilla y Barcelona participan desde hace ya algunos años en programas de educación sanitaria a adolescentes promovidos por sus respectivos COF. En este marco, han impartido charlas en colegios, asociaciones e institutos informando a los jóvenes de los peligros que tiene para la salud el alcohol.
El farmacéutico previene el consumo asociado
Hasta ahora, el objetivo del farmacéutico no era evitar el consumo sino la asociación alcohol-medicamento. El COF de Alicante, por ejemplo, utilizó la vía de los medios de comunicación, y el COF de Navarra puso en marcha dos campañas para dar consejos saludables respecto a la combinación de alcohol y fármacos en la conducción. A estas iniciativas se sumará en breve el COF de Murcia, que está ultimando una campaña para prevenir este consumo asociado. El colegio espera alcanzar un acuerdo con el Instituto de la Juventud y hosteleros de la región para elaborar de forma conjunta los contenidos y que la difusión de carteles y folletos informativos no se limite a la oficina de farmacia. El objetivo es ponerla en marcha durante el primer trimestre del próximo año.