El Servicio Vasco de Salud Osakidetza estudia incluir entre sus prestaciones sanitarias un nuevo tratamiento contra la adicción a la heroína en sustitución a la metadona. En la Comunidad Autónoma del País Vasco cerca de 2.800 personas se hallan en terapia con metadona, aunque no estará recomendada para todos los pacientes. Este tratamiento, una combinación de buprenorfina y naloxona, comercializada bajo el nombre de Suboxone , que fue autorizado el año pasado en el Estado como alternativa a la metadona, sólo cuenta con financiación pública en algunas comunidades autónomas -a pesar de sus ventajas-, como Navarra y Cantabria, lo que genera, según alertan algunos expertos, desigualdades sociales. «La aparición de este tratamiento supone un avance muy importante, fundamentalmente porque este fármaco añade como valor de seguridad el efecto techo : este tratamiento de combinación tiene muchas menos posibilidades de producir depresión respiratoria mortal en caso de sobredosis.

Se estudia incorporarlo en Osadidetza para que los pacientes que lo necesiten puedan contar con otra alternativa terapéutica», reconoce José Antonio de la Rica, jefe de asistencia psiquiátrica y salud mental del Servicio de Osakidetza.

Teniendo en cuenta que en el Estado hay actualmente más de 80.000 personas tomando metadona, otra ventaja de este fármaco es que, si el paciente manipula el comprimido para inyectárselo, produce un síndrome de abstinencia que hace que el paciente rechace esta vía.

Así se evita su desvío a la utilización por vía intravenosa y las complicaciones asociadas como el contagio de varias enfermedades como la hepatitis o el VIH/Sida. Asimismo, el fármaco favorece la integración social de los pacientes adictos a la heroína.

«El hecho de que la administración sea sublingual y de que pueda dispensarse en las farmacias como cualquier otro fármaco supone una ventaja clara y sitúa la adicción a las drogas al mismo nivel que otro tipo de enfermedades», explica Antonio Terán, psiquiatra y coordinador del Centro de Drogodependencias San Juan de Dios de Palencia.

Terán participó junto a reconocidos expertos en el abordaje de las adicciones en un encuentro celebrado, bajo el título La normalización de los pacientes drogodependientes, el reto del siglo XXI , organizado por Socidrogalcohol, la ANIS y Schering-Plough. El encuentro se convirtió en una visión extensa y completa de las adicciones y sirvió para hacer que los especialistas hicieran hincapié en la necesidad de unificar los criterios terapéuticos en el abordaje de las adicciones.

Luchar contra el estigma social que sufren los pacientes con drogodependencia sigue siendo el reto al que se enfrentan los profesionales que tratan estos enfermos..

trato diferente Denuncian que los pacientes adictos, especialmente los más graves, «padecen no sólo la consecuencia del proceso adictivo, sino también un trato diferente que constituye un verdadero estigma para ellos». A modo de ejemplo, Julio Bobés, catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo y presidente de Sociodrogalcohol, reconoce que todavía hoy en día quedan reminiscencias del perfil tradicional socialmente extendido de los llamados yonkis más extendidos en la década de los años 80.

Para luchar contra el estigma social e integrar socialmente a estos pacientes, el especialista considera que se debe normalizar la atención sanitaria a esas personas. «Su asistencia debe estar integrada siempre en el área de Salud Mental, ya que hasta ahora se les trata en centros especiales no convencionales». Otro cambio importante, añade, es lograr la equidad en los tratamientos.

«Las novedades terapéuticas deben estar disponibles y ser facilitados por la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud», añade.

La falta de equidad en el acceso a los tratamientos fue una constante criticada por los expertos, sobre todo en las áreas de tabaquismo y adicción a la heroína. «En estos ámbitos, según apuntaron, es necesario garantizar dicho acceso cuando los tratamientos están debidamente aprobados por las autoridades que regulan la aparición de nuevos fármacos y no puede depender de la voluntad política o de la sensibilidad del responsable sanitario de cada comunidad». Según subraya Bobés, esta situación de inequidad pone en peligro la Ley de Cohesión y Calidad del SNS. «Una inequidad que no sólo afecta a los pacientes adictos, sino también a todo su ámbito familiar».

mejora la integración En esta misma línea, el psiquiatra Antonio Terán se refiere a la necesidad de contar con todas las alternativas posibles para tratar la dependencia a la heroína, como cualquier otra enfermedad, «y como sucede en la mayoría de los países de nuestro entorno poder elegir la más adecuada en función de las características de cada paciente». Opinión compartida por el doctor José Antonio de la Rica por lo que augura que dentro de poco «el Suboxone estará incorporada también en Osakidetza».

Mientras, Terán advierte de las contradicciones del SNS en el abordaje de estas dolencias, ya que aunque existen nuevas posibilidades terapéuticas, los pacientes no pueden acceder a ellas por problemas administrativos, burocráticos, económicos.

Y, como ejemplo, habla sobre «el nuevo tratamiento para la adicción a la heroína, que mejora la integración social del paciente drogodependiente, ya que se puede dispensar en las farmacias como cualquier fármaco, y reduce los riesgos de la sobredosis, como la depresión respiratoria mortal».

Por ello, distintas sociedades científicas se han dirigido a los responsables sanitarios para que introduzcan este tratamiento en sus sistemas de salud.

«Es una de las pocas ocasiones en las que se han unido». Sin embargo, este tratamiento basado en una combinación de buprenorfina y naloxona conocido bajo el nombre de Suboxone sólo cuenta con financiación pública en algunas comunidades autónomas, lo que, según insisten los expertos, genera las citadas desigualdades sociales.

La heroína es la responsable de siete de cada diez casos de los fallecimientos inducidos por las drogas y el motivo por el que el 60% de los drogodependientes inician tratamiento de desintoxicación. Su consumo parece haber comenzado a subir ligeramente, tras muchos años de descenso, según el informe 2008 del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías.

Este informe destaca además que ha aumentado el número de muertes inducidas por la heroína y las solicitudes de tratamiento por su causa en todos los países de la Unión Europea, al mismo tiempo que se percibe un aumento de la disponibilidad de esta droga en el mercado.

vitoria. El tabaquismo es el mayor problema de salud pública prevenible en los países desarrollados y la segunda causa de muerte en el mundo. Ello exige, tal y como subrayan los expertos, la consideración del tabaquismo como una drogodependencia para la que existe tratamiento y que requiere un abordaje integral, de tipo psicológico y farmacológico, de fácil acceso para todos los pacientes.

En este sentido, la doctora Cristina Pinet, psiquiatra de la Unidad de Conductas Adictivas del Hospital Sant Pau de Barcelona, considera necesario acabar con los mitos que rodean al tabaquismo como «fumar es un vicio que depende exclusivamente en la persona que tiene este hábito», algo que desmiente en cuanto que «la nicotina tiene un nivel de dependencia más rápida que otras drogas». Asimismo, la doctora Pinet afirma que algo a tener en cuenta en lo relativo al tratamiento es que no es fácil dejarlo. Según destaca «no se deja sólo con quererlo ya que el índice de recaídas en el consumo del tabaco es similar al de otras drogas».

La afirmación «no se necesita tratamiento farmacológico» es otro de los mitos extendidos en la sociedad, ya que «los datos científicos desbaratan esta idea», asegura Pinet, mientras se refiere a la falsedad de los efectos adversos de las terapias contra el tabaquismo, «algo que no es cierto con un uso adecuado del tratamiento y que se debe poner en su situación real». >n.l.

vitoria. Otro debate suscitado entre los expertos es si las bebidas alcohólicas son un producto de consumo ordinario como cualquier otro o si requieren un trato diferenciado por su capacidad adictiva y sus graves consecuencias sanitarias. Según expone el doctor Josep Guardia, psiquiatra de la Unidad de Conductas del Sant Pau, en Barcelona, es necesario concienciar a la población de que «no siempre se tiene en cuenta que el alcohol es una sustancia tóxica que puede llegar a causar hasta 60 enfermedades médicas y psiquiátricas», como consecuencia de su consumo excesivo y prolongado.

Existe un amplio abanico de consecuencias negativas para la salud del consumo excesivo y continuado del alcohol.

Una de ellas es que se trata de «una sustancia teratógena, es decir, que puede afectar al embrión y el feto, y llegar a producir importantes malformaciones», apunta Guardia, quien añade que este hecho constituye el denominado síndrome alcohólico fetal, que es la prueba más evidente de la toxicidad del alcohol durante el embarazo.

El consumo excesivo del alcohol aumenta el riesgo de accidentes y lesiones cuya probabilidad y gravedad guardan relación directa con la cantidad de alcohol ingerido, de manera que «la persona que toma cinco consumiciones o más en cada ocasión, cuatro o más en el caso de las mujeres, aumenta claramente el riesgo de accidentes y lesiones». >n.l.

VITORIA. Poder contar con diferentes alternativas en los tratamientos farmacológicos es otro de los puntos clave en el abordaje de las adicciones, especialmente en algunas con efectos tan graves sobre la salud como la adicción a la heroína.

Según reconoce la doctora Enriqueta Ochoa, psiquiatra de la Unidad de Conductas Adictivas del Hospital Ramón y Cajal, para esta adicción existen varios tipos de terapias.

«Una de ellas se fundamenta en que tras la desintoxicación el paciente aprende a controlar el deseo de consumo y a evitar las recaídas a través de terapias de tipo cognitivo conductual, combinadas con un fármaco denominado naltrexona , «que bloquea los receptores de opiáceos y es una ayuda para evitar la recaída junto con la terapia conducta», destaca.

Otra terapia se basa en el uso de agonistas opiáceos, como la metadona o la combinación de buprenorfina ynaloxona . Los datos de conductas asociadas al consumo de sustancias adictivas, como el alcohol, el tabaco o la heroína, no dejan de aumentar e incluso tienden a la normalización y socialización. El número de consumidores de drogas en tratamiento por su adicción se ha incrementado en los últimos años en Europa y los expertos creen que el problema no va a desaparecen en los próximos años.