La cantidad de vuelos ilícitos o trazas motorizados por carteles de las drogas, procedentes de Suramérica hacia la República Dominicana, asciende a 354 en los últimos tres años, mientras que los bombardeos de alijos por aguas y tierra detectados son 59.

Los datos fueron divulgados por el presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), Rolando Rosado Mateo, durante una exposición en la Mesa Redonda de la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus), que tuvo como tema «Crimen organizado: una amenaza a la gobernabilidad».

En ese sentido, la asesora de la Oficina de Asuntos de Narcóticos de la embajada estadounidense, Beatriz Arenas, advirtió que las organizaciones criminales se han convertido en una amenaza para la seguridad y la democracia, pues han traspasado los propios límites del orden público interno.

Dijo que a la delincuencia internacional le interesa moldear las instituciones políticas. Advirtió que no se puede tener democracia sin seguridad. «Y no habrá seguridad nunca, si no tenemos control», dijo.

Aconsejó no descuidar el cartel de los medicamentos falsificados, porque a través del accionar de los medicamentos falsos van a tratar de importar productos para procesar la droga en países como la República Dominicana, como forma de diversificar sus acciones ante los niveles de controles que se están adoptando.

Mientras que Rosado Mateo dijo que en el año 2008 se produjeron 98 vuelos ilegales, en tanto que en el período enero-agosto de este año, 59. Sólo en septiembre se descubrieron seis y en octubre 4.

Cree que la reducción de vuelos ilegales se debe al concierto de voluntades de las autoridades y organismos nacionales e internacionales contra el narcotráfico.

Rosado Mateo dijo que los lanzamientos de drogas por agua este año han sido 36 y por tierra 23. En agosto, cinco fueron por el agua; en septiembre, cuatro y octubre, dos.

Las horas de los bombardeos de drogas son fundamentalmente las 9 y las 10 de la noche y la una de la madrugada, según las explicaciones del Presidente de la DNCD, quien asegura que Colombia recuperó su espacio aéreo, lo que ha provocado que el tráfico ilícito salga desde Venezuela, en cuyas planicies elevan vuelos rumbo hacia el país, Haití y el istmo centroamericano, incluyendo México.

Los mecanismos utilizados son lanchas rápidas, procedentes de Colombia y Venezuela, aeronaves pequeñas y grandes, así como barcos, por donde entra la mayor cantidad de drogas.

Rosado Mateo reveló que los análisis sobre el comportamiento del narcotráfico de los organismos especializados han determinado los tres corredores principales y un cuarto que ha sido descubierto. Cita el primer corredor, que es el del istmo, que mueve alrededor de 940 toneladas métricas de cocaína. Asimismo, el del Caribe trafica 240, y el corredor hacia Europa.

«Hay un cuarto corredor, que es de reciente apertura, que es el corredor hacia África, a través de donde llevan drogas hacia Europa y que en estos momentos está siendo objeto de estudios y de análisis», dijo.

Expuso en un mapa una serie de rutas por donde estos carteles realizan sus envíos de estupefacientes, tanto por la vía aérea como marítima. Enumeró las rutas por las cuales penetra el tráfico de drogas hacia el país, entre ellas, la frontera domínico-haitiana.

Sin embargo, considera que ésta no es la vía fundamental por la cual entra la droga a territorio dominicano. Otras vías de donde provienen las drogas, mencionadas por Rosado Mateo son Colombia, Venezuela, Panamá y Trinidad y Togado.

Dada la debilidad de Haití, dijo que podría estar entrando igual o mayor cantidad de estupefacientes con el propósito de introducirlos hacia RD. «Pero no se trata de que nosotros seamos fuerza giratoria, también nos hemos convertido en país de destino, como el caso del éxtasis, que proveniente desde Holanda, utilizan a Francia para llegar a Guadalupe y desde Guadalupe enviarla hacia Haití».

Los empresarios

El presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas, Rolando Rosado Mateo, aconsejó a los empresarios tener ojo avizor en los lugares donde se hacen los empaques. También sugirió tener mucho control sobre esas áreas porque, aunque los empresarios no la propician, los narcos pueden utilizar la estructura de ellos a lo interno de sus industrias. Aseguró que las drogas no tiene clases sociales porque permean tanto a los de abajo como los de arriba. Agregó que el narco no respeta barreras, espacios ni la condición humana, utilizando jóvenes, adultos y ancianos.