El Grupo de Lalín de Alcohólicos Anónimos celebra mañana (20.30 horas) una reunión abierta en el local que les cede Servizos Sociais en la calle Manuel Rivero, número 5. El encuentro está abierto tanto a usuarios de esta entidad como a familiares de los mismos. El de Lalín es el único grupo gallego que funciona en una villa, desde hace ya cuatro años. Esperanza A. se encargará de transmitir todas las inquietudes de los asistentes a la asamblea, ya de ámbito autonómico.

Alcohólicos Anónimos comenzó su actividad de apoyo hace ya 77 años, y hoy en día otros colectivos copian su sistema de rehabilitación. ¿En qué consiste éste?

Los usuarios conseguimos recuperarnos, sobre todo, a través de la experiencia de compañeros y de lo que llamamos 12 pasos ó 12 tradiciones, que arrancan con aceptar la enfermedad e incluyen hacer un inventario de nuestra vida para aprender de ella, controlar nuestro defectos de carácter y pedir perdón, porque esta enfermedad suele dañar, y mucho, nuestras relaciones familiares y de amistad.

En su caso, su adicción comenzó a los 16 años y hoy, pasados los 40, sirve de puente entre los usuarios ´comarcales´ del colectivo y el área gallega. ¿Se considera totalmente curada?

Por desgracia, para esta enfermedad no existe curación, porque siempre hay riesgo de recaer. La dependencia de la bebida no es un vicio, porque si lo fuese, podríamos dejarlo en cualquier momento, y no es así. El alcoholismo, como la adicción a otras drogas o la ludopatía, tiene sus raíces en un problema de carácter emocional. Por eso se conoce, también, como la enfermedad del autoengaño, ya que los que la padecemos buscamos en la botella una alternativa a nuestra falta de voluntad para enfrentarnos a la vida. En mi caso, mi adicción estuvo vinculada a episodios de malos tratos y tratamientos por depresión. Lo que buscaba con el alcohol era, por así decirlo, «quedarme plana» ante las circunstancias de la vida. Recaí muchas veces antes de ingresar en Alcohólicos Anónimos y ahora, sin embargo, llevo una vida mucho más serena. Recuerdo que, al principio, necesitaba acudir a las reuniones del grupo todos los días y ahora ya no soy tan dependiente, porque conforme pasa el tiempo, uno se siente mejor consigo mismo.

¿Existe un perfil tipo del usuario de Alcohólicos Anónimos?

En relación a la edad, es muy difícil que una persona joven admita que tiene un problema con la bebida, porque hoy en día no se concibe salir sin y no beber. Por eso, es más frecuente que la edad del usuario ronde los 40 años, cuando el deterioro físico y mental que le ha producido el alcohol es más evidente. Quiero dejar claro, no obstante, que esta es una enfermedad democrática, que afecta por igual a cualquier edad y tanto a hombres como mujeres, hasta el punto de que afecta por igual a uno u otro género. Pero, en nuestro caso, a las mujeres nos resulta más difícil reconocer nuestra dependencia debido a la presión social. La sociedad es mucho más cerrada, en este sentido, con las mujeres, y también nos exige más. Es más, si en una familia el que tiene el problema es el hombre, su esposa suele tirar adelante de la familia pero, si la que cae es la mujer, los daños colaterales van a ser mayores, porque su problema arrastra al cuidado de los hijos y de otras personas dependientes de ella, por ejemplo.

¿Cree que la administración tendría que involucrarse más y alertar a la sociedad de los peligros que puede acarrear la ingesta el alcohol?

Es cierto que el alcohol, a diferencia de otras sustancias, está mucho más al alcance de la mano, porque lo tienes a tu disposición en cualquier bar, en cualquier supermercado… Es más, cualquier evento familiar o social se celebra con alcohol. Pero desde Alcohólicos Anónimos no buscamos ningún tipo de controversia ni con la administración ni con los fabricantes de bebidas espirituosas. Lo único que ofrecemos es ayuda a aquellas personas que quieran abandonar la bebida.

En su página web, por cierto, Alcohólicos Anónimos deja claro que no capta socios, sino que está disponible a todos aquellos que precisen ayuda para abandonar el alcoholismo. Señala, también, que ni acepta donativos, ni está vinculada a ninguna organización de carácter político o religioso.

Así es, porque en esta entidad lo que prima es el anonimato de cada usuario, ya que no queremos que la sociedad juzgue el funcionamiento del colectivo en base al ritmo de recuperación de cada socio. Aunque no esté vinculado a ninguna otra entidad o asociación, sí colabora con entidades que combaten esta dependencia. De ahí que nosotros tengamos que agradecer, por ejemplo, el apoyo del área de Servizos Sociais de Lalín y de su edil [Paz Pérez], así como de la concejala de Saúde Pública [Pilar López Carrón] o del párroco lalinense, Manuel Salgado. Pero, ojo, ya que Alcohólicos Anónimos funciona de forma totalmente independiente, es lógico que cada usuario tenga que marcarse su propio sistema a la hora de abandonar el alcohol y, por qué no, siempre puede hacerlo a través de sus creencias y orientaciones religiosas.