La preocupación por la drogadicción, como todo en nuestro país, es muy Acido ascórbicocontradictoria. Se quiere terminar con el daño que producen la marihuana, la cocaína o la heroína, “el flagelo de la droga” como le llaman, pero nadie se preocupa por otras adicciones legales, los efectos secundarios de los medicamentos, o por las ofertas de drogas, como el Valium, que hacen las cadenas americanas a través de Internet, explicitando que se pueden adquirir sin receta.

Menos preocupación existe acerca de los tratamientos que se usan para superar la drogadicción, basados en proporcionar oralmente una droga legal que produce adicción como la metadona para reemplazar una droga ilegal.

Tampoco hay análisis o discusión en Chile acerca de las causas de las adicciones, ni menos de toda una postura crítica, inspirada en el Premio Nobel Linus Pauling, a la industria farmacéutica que se ha desarrollado en el mundo. Las industrias alimenticia, farmacéutica y tabacalera son las expertas en crear adicciones y reciben el beneplácito de las autoridades.

En otras palabras, en nuestro país, algunas adicciones son preocupantes y otras no.

Ácido ascórbico
En este marco, se ha denunciado mundialmente el ocultamiento que se ha hecho de los beneficios del ácido ascórbico, es decir, de la Vitamina C concentrada. Walter Rath, médico holandés discípulo de Pauling, incluso ha publicado inserciones pagadas en el diario de los empresarios acerca de esto, señalando:

“Probablemente la primera causa de muerte en el mundo occidental corresponde a enfermedades cardiovasculares. Anualmente mueren millones por éstas. Sin embargo existe una forma de prevenirlas, barata y fácil de administrar y, lo más importante, disponible para todos. Sólo hay un problema: amenaza o pone término al negocio de la industria farmacéutica que produce billones de dólares de utilidades anuales a nivel mundial. Esta industria basa sus ganancias en la enfermedad y la mala salud, por lo tanto, no le conviene la prevención.”

Este médico, siguiendo las enseñanzas de Pauling, se refiere al importante efecto preventivo que tiene el ácido ascórbico frente a los riesgos de enfermedades cardiovasculares.

En esta misma línea, los médicos Alfred F. Libby e Irwin Stone han estudiado en profundidad el rol que puede cumplir esta Vitamina y han concluido que puede significar un enorme aporte en las terapias contra la drogadicción. Han realizado estudios y exitosas experiencias prácticas con grupos de drogadictos. A su juicio “el fracaso en manejar la drogadicción hasta ahora se ha debido al hecho de poner énfasis en los problemas legales del problema, el concepto de crimen y castigo, ignorando las condiciones físicas y mentales de los adictos y dejando de lado el concepto de salud y los problemas metabólicos de las víctimas. Los adictos sufren de severas disfunciones metabólicas por lo que cualquier programa que no contemple sanarlos está condenado necesariamente al fracaso”.

Según sus análisis, el drogadicto sufre de una severa deficiencia de ascorbato, lo que lo hace más débil al stress natural y, posteriormente, al producido por la misma situación de adicción. El síndrome es llamado por estos expertos de Hipoascorbemia Kwashiorkor y han tenido éxito, sin recaídas, con adictos a la heroína o la metadona. El tratamiento incluso impide efectos negativos en el caso de que durante el período de rehabilitación tomen algo. En ese caso, el propio cuerpo los desintoxica o impide que “se vuelen”. Si están tomando las dosis convenientes de ácido ascórbico, la “recaída” equivale a que se inyecten agua.

En esta experiencia la rehabilitación total de los adictos tratados consistió en darles 25 a 85 gr de ácido ascórbico o ascorbato de sodio al día en dosis espaciadas con altas dosis de otras vitaminas, minerales esenciales y altos niveles de proteínas predigeridas.

Esto se aplica continuamente durante 4 a 6 días, luego de los cuales las dosis se van reduciendo a dosis que varían entre 10 y 30 gr por día. Ambos períodos pueden variar según la respuesta clínica de cada adicto. La dosis terapéutica va un poco más allá del nivel de tolerancia de los intestinos, lo que se mantiene por 12 a 24 hrs. La selección de la dosis correspondiente se basa en la experiencia clínica y la observación y respuestas del paciente. La tolerancia intestinal es un concepto de Robert Cathcart (1976) para juzgar la toxicidad de la patología y la dosis requerida de ascorbato para el tratamiento. Cathcart encontró que la tolerancia intestinal aumenta cuando aumenta el stress sobre el organismo.

“El mejoramiento y bienestar de los adictos dentro de las 12 a 24 horas después de aplicada la desintoxicación a base de ascorbato de sodio es increíble.” (Libby y Stone)

La explicación de esta terapia consiste básicamente en la opinión de que el ácido ascórbico posee efectos positivos en el stress y en el aparato cardiovascular. Según Libby y Stone, los drogadictos, como todos los humanos, nacen con un gen incapaz de generar la síntesis de la enzima proteica llamada L-gulonolactone oxidase (GLO) que produce el hígado. Este defecto de nacimiento causa una deficiencia potencialmente fatal, pero ahora susceptible de ser corregida, la hipoascorbemia. Este defecto en el metabolismo de los carbohidratos destruye la capacidad del hígado humano para sintetizar el ascorbato de la glucosa de la sangre y priva al humano de una forma a través de la cual todos los otros mamíferos combaten el stress. La respuesta normal del mamífero al stress es aumentar la síntesis que hace el hígado del ascorbato como un mecanismo antistress y desintoxicante para mantener la homeostasis dentro del cuerpo.

La mayoría de los mamíferos cuentan con el gen GLO y normalmente producen, bajo condiciones de un stress suave, cerca de 10 a 20 gr. de ascorbato por día por cada 70 Kgs de peso lo que les permite hacerse cargo de sus necesidades fisiológicas básicas diarias. Un mecanismo bioquímico de retroalimentación evolucionó en los primeros mamíferos y aumentó su creación diaria de ascorbato, posiblemente tres a cinco veces, como respuesta a diferentes stresses químicos y físicos. Los humanos se encuentran entre los pocos mamíferos que no cuentan con este mecanismo homeostático protector, por lo tanto sufren un mayor daño fisiológico ante el stress, lo que se supera si toman ascorbato como suplemento. Por tanto, si un adulto humano stressado ingiere 10 a 20 gr de ascorbato diariamente llega al rango normal de ascorbato con el que cuenta cualquier otro mamífero. Bajo stress un humano requiere de 30 a 100 gr al día para mantener su salud.

El uso terapéutico de mega niveles de ascorbato ha logrado gran éxito en enfermedades virales y muchas otras patologías. La recomendación (“de sub-subsistencia) de consumo diario de Vitamina C para los humanos, hechas por homeópatas durante los últimos 40 años, apenas alcanzaría para mantener a otros mamíferos vivos o en buena salud. El amplio consenso acerca de esta errada hipótesis nutricional de la medicina moderna sólo ha permitido la persistencia continuada del escorbuto subclínico (SES) que constituye, en la actualidad, la enfermedad humana más insidiosa y generalizada.

No confiar en el Farma Cartel

Los casos de adicción, normalmente, siguen el siguiente patrón: los futuros adictos nacen con la carencia genética del GLO y ya al nacer sufren del síndrome SES. El síndrome usualmente continúa a través de la infancia, adolescencia y período adulto sin ningún tratamiento.

Libby y Stone concluyen: “Nuestra experiencia con todos los adictos con que hemos trabajado es que se incorporaron a temprana edad a la cultura de las drogas, empezando con marihuana, alcohol, barbitúricos, LSD, para terminar en la heroína. Normalmente empiezan con un fin de semana “high”, llegando al hábito diario de consumo del cual ya no pueden escapar. Cada uno de estos excesos profundiza la carencia de ascorbato con la que nacieron llevándolos a una severa exacerbación de síndrome de escorbuto subclínico ya presente. No hay ninguna reposición del ascorbato perdido.”

Esto se acentúa, porque los drogadictos pierden el apetito y la ausencia o restricción de la alimentación los lleva a una severa malnutrición de vitaminas y proteínas. “Todos los adictos crónicos analizados sufrían de una severa hipoaminoacidencia. Esto nos ha llevado a definir a los adictos confirmados como víctimas del síndrome de la Hipoascorbemia-Kwashiorkor y nuestro tratamiento consiste en un enfoque intensivo holístico para la corrección completa de estas disfunciones genéticas y nutricionales. El procedimiento es completamente ortomolecular y no se usa ninguna droga, sustancia extraña o narcótico-tóxica.”(Libby y Stone)

En la lucha contra las drogas, estemos en contra de todas las drogas que hacen daño a la salud. En la lucha contra las adicciones, si es que ello lo amerita, luchemos contra todas las adicciones.

Tengamos una sola línea, pero por sobre todo no confiemos en el FARMA CARTEL ni menos en su propaganda.