Agua con gas… y alcohol. Esta es, según ha llegado a afirmar The Washington Postla “bebida del año” en EE.UU. Un producto que, aunque no es nuevo (se introdujo en el mercado en 2013), ahora arrasa entre los millennials del país comercializado bajo marcas como White Claw, Bon&Viv o Pura.

La bebida, que se distribuye en latas y que rápidamente consigue agotarse en los bares y en los estantes de los supermercados norteamericanos, es ligeramente gasificada y aromatizada con frutas, por lo que siete años después de su lanzamiento ya existen sabores para todos los gustos. Sea de cereza, lima o mango (solo por citar algunos) suele contener entre un 4% y un 6% de alcohol procedente de azúcares fermentados y quienes la han probado aseguran que, aunque su sabor es sutil, recuerda al vodka mezclado con un refresco.

Según asegura un estudio de Nielsen, en el último año las ventas de este tipo de bebidas se han disparado un 169% respecto al curso anterior, lo que se traduce en unas ganancias de unos 487.8 millones de dólares (443 millones de euros) para este nuevo nicho de mercado. Y ojo, porque en 2021 los expertos vaticinan que su éxito será fulgurante. ¿Cómo ha conseguido el agua con alcohol hacerse tan viral entre los jóvenes? “Su aspecto fresco e inofensivo seduce a aquellos que quieren comer sano y bajo en calorías sin renunciar a emborracharse”, explica en un artículo The Washington Post.

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