El director general de Drogodependencias de la Generalitat Valenciana, Bartolomé Pérez Gálvez, presentó ayer, en la Fundación Noray, sede de Proyecto Hombre en Alicante, la memoria del 2001 de dicha institución con un balance «claramente positivo» en lo relativo a altas terapéuticas. Un total de 19 se firmaron durante el pasado año, lo que supone una tercera parte del total de los tratamientos aplicados.

En dicha presentación se dio a conocer el «preocupante aumento de consumidores de cocaína entre los mayores de 35 años», lo que supone, en palabras de Bartolomé Pérez, «un cambio en los estereotipos imperantes en la sociedad». Esta sustancia, que hasta la fecha ocupaba el tercer puesto entre las más consumidas, tras el alcohol y la heroína, va cobrando importancia entre los adictos a los estupefacientes. El perfil del drogodependiente, afirmó el director general, «ha pasado de ser de un tipo marginal, a un señorito con más de 35 años, perfectamente establecido».

El 85% de los consumidores habituales de esta droga inhalada son hombres, «con núcleos familiares aparentemente estables, con cierto reconocimiento laboral y sin conciencia de tener un problema», aseguró Ana Robles, directora del centro. A lo largo del año pasado, 275 familias solicitaron ayuda a la Fundación Noray, de las cuales se cursaron un total de 260, «lo que habla de la importancia del Proyecto Hombre en Alicante», continuó la directora.

Lo tratamientos, que se estiman en dos años de duración, «sirven para acabar con la adicción, pero no con los hábitos que generaron este tipo de conducta, no obstante, el 90% de los pacientes, afirman notar mejorías sensibles en su adicción antes de acabar el tratamiento», aclaró Pérez Gálvez.

Un estudio realizado por los técnicos del centro de desintoxicación demuestra que el 92,8% de los que se someten a tratamientos están perfectamente reinsertados 5 años después de ser dados de alta, lo que habla de la eficacia de los mismos.

Menores de edad

Otro colectivo que preocupa a los especialistas es el de los menores de edad. El citado estudio revela que el 0,7% de los jóvenes consume coca una vez a la semana mientras que el 2% bebe alcohol habitualmente. Esto supone un descenso leve en la adicción con respecto a las drogas, denominadas blandas. La educación es «la mejor ayuda para la prevención», dijo Bartolomé Pérez, así que «hay que trabajar en este sentido».

MEMORIA 2001

Altas médicas: 19 pacientes

Más adictos: cocainómanos, con un 48% del total de las solicitudes.

Duración del Tratamiento: 2 años.

Efectos: más del 90% de los adictos muestran una mejoría notable en su enfermedad.

Ayudas al proyecto: 236.000 euros (cerca de 40 millones de pesetas).

Sexo: el 85% de los adictos a la coca son hombres.