El antiguo Hospital Provincial de Almería tiene un amplio hueco por donde entra la luz de lleno. Son unas dependencias que han sido adaptadas y que alberga la sede del Servicio Provincial de Drogodependencias y Adicciones de la Diputación. Las instalaciones mantienen la forma que tenía este espacio dedicado a la curación de personas enfermas y que, a día de hoy sigue trabajando esa misma línea. En el piso superior del edificio varios pacientes trabajan en la restauración de muebles, prueba significativa de que han conseguido superar muchos obstáculos y que una nueva puerta se les ha abierto.

Cada año el servicio atiende a unas 7.000 personas pero quizá el dato más significativo es que cada año tienen a 1.200 personas nuevas que, buscan en los centros que hay por la provincia una solución al problema que tienen con sus adicciones, con el objetivo de poder tener una vida más normalizada. «Se aborda una problemática que afecta a un colectivo de personas desfavorecidas, por tanto la labor de los centros es muy importante», destacó María López Cervantes, diputada provincial de Bienestar Social.

Tres áreas

El Servicio provincial de Drogodependencias y Adicciones trabaja tres áreas principales: prevención, atención sociosanitaria y el área de incorporación social. Sin duda llegar hasta la tercera de las áreas es reflejo de una evolución más que positiva de la persona que tiene una adicción. Los centros están repartidos por la provincia y están ubicados en Vera, Vélez Rubio, Macael, Roquetas de Mar, Berja -estos gestionados por los ayuntamientos-, El Ejido y en la capital -la Diputación de Almería se encarga de su gestión-. Además de los centros comarcales, la red asistencial del servicio cuenta con la colaboración de asociaciones y Cruz Roja.

«El objetivo del servicio es la asistencia y la ayuda a las personas con problemas de adicciones», explicó Francisco Jesús Andrés Valverde, director del Servicio provincial de Drogodependencias y Adicciones en Almería. Para empezar tratan al paciente en el área de asistencia donde determinan la situación del mismo. «Vemos si la persona debe ser ingresada o necesita asistencia ambulatoria y comenzamos con el proceso de deshabituación», puntualizó el director del servicio. Asimismo en el centro siguen la evolución del paciente y dependiendo de la adicción seguirán un programa u otro. «En ocasiones es necesario que la persona ingrese en una comunidad terapéutica que concretamente hay en Níjar y en Laujar», concretó Francisco Jesús Andrés Valverde.

Adicciones

Desde las drogas legales como el alcohol y el tabaco hasta las adicciones de sustancias estupefacientes o las que no tienen sustancias (como los juegos de azar) son algunas de las adicciones que tratan en los centros. Sin duda entre las drogas ilegales la cocaína es una de las que mayor número de pacientes tiene. «Cada año vemos la evolución y su consumo ha crecido a pasos agigantados, pero el alcohol, que es una droga legal, supone el 40% de los pacientes que tenemos actualmente», matizó el director del servicio.

Para no pasar de un uso a un abuso de las sustancias, la prevención es una de las áreas más importantes. «Además de los programas que tenemos a nivel nacional también realizamos otros en el ámbito de la familia, que es el núcleo más importante para educar en la prevención, también existen programas específicos en los colegios y en 2007 comenzamos a trabajar con los sindicatos para llevar este tema hasta el ámbito laboral», concretó Francisco Jesús Andrés Valverde.

La inserción sociolaboral es el último escalón para aquellas personas que sufren una adicción sea del tipo que sea. «Realizamos talleres, cursos, tenemos un centro de día donde atender necesidades para la búsqueda de empleo y otro tipo de recursos que los pacientes pueden aprovechar», añadió el director del servicio.

La mayor parte de los usuarios del centro son hombres con una edad comprendida entre los 30 y los 40 años. «El índice de éxito de los pacientes es muy complicado de medir ya que todo varía según la adicción, el daño que le ha hecho y el tiempo que lleve «enganchado»», subrayó el director del servicio en Almería.

En prisión

El servicio también realiza su trabajo en la prisión de El Acebuche. Tres días a la semana un equipo sanitario se traslada hasta el centro penitenciario para realizar su trabajo de prevención de las adicciones y para continuar con el seguimiento de pacientes. «También disponemos de un asesor jurídico que trabaja en la orientación de las cuestiones legales de nuestros pacientes y usuarios», matizó Andrés Valverde.

Según el director del servicio es importante continuar con el seguimiento para que, durante el tiempo que está en prisión y posteriormente cuando salga del centro penitenciario siga dejando a un lado sus adicciones.

En el servicio hay más de un centenar de personas que a diario trabajan para que todo funcione correctamente. «Se trata de profesionales muy cualificados y que están preparados en este área tan específica de las adicciones y que se reciclan con cursos», finalizó el director del Servicio provincial de Drogodependencias y Adicciones de Almería.