MAÓ.- La futura ley que regulará el consumo de alcohol en Baleares contemplará nuevas sanciones para los establecimientos comerciales que vendan alcohol a menores de edad. Así lo avanzó ayer la consellera de Salud y Consumo del Govern, Aina Castillo, tras ser preguntada sobre el caso del adolescente galés de 13 años muerto la semana pasada en la isla tras una borrachera.

La Guardia Civil, que instruye las diligencias de este caso, ya ha identificado el establecimiento de la urbanización de Sant Tomàs donde, supuestamente, el menor fallecido y sus amigos lograron adquirir las bebidas con las que surtieron la fiesta en la playa que acabó en tragedia. Entre tanto, el proceso de repatriación del cadáver todavía no ha concluido a pesar de que, en principio, se anunció el pasado sábado.

La consellera explicó que todavía es pronto para concretar qué tipo de régimen sancionador se aplicará en los casos de incumplimiento de la nueva ley, puesto que el anteproyecto todavía está en fase de elaboración. No obstante, reafirmó que la aprobación en el Consell de Govern está prevista para finales de año y, a partir de esa fecha, se inciará el trámite parlamentario. «Esperamos presentarla en el Parlament dentro del actual periodo de sesiones. No más tarde».

En relación a la problemática del botellón, un ritual que también se contempla prohibir con la nueva ley, la consellera declaró que se trata de un problema real y que es el tema que más sensibilidades despierta. «Sin embargo», destacó, «además de la Conselleria de Salud hay otras instituciones implicadas como los Ayuntamientos, que son los que realmente tienen las competencias para que las previsiones que hagamos sean efectivas».

Respecto a la muerte del joven galés, Castillo dijo que fue un hecho muy desgraciado que pone de relieve, además, la importancia del trabajo preventivo que está haciendo la Conselleria de Salud en materia de drogodependencias y alcoholismo; aunque también resaltó la importancia que tiene concienciar a los jóvenes y a las familias sobre los riesgos de estas conductas.

No alargar más las drogas

El Govern del Pacte de Progrés quería incluir a las bebidas alcohólicas, incluido el vino, dentro de la ley de drogodependencias. Pero las asociaciones agrícolas de Baleares criticaron esta inclusión en el proyecto legislativo ya que, según alegaron, se trata de un producto natural y no una droga.

Finalmente, el PP paró la ley porque consideró que sería un inconveniente dada la cultura gastronómica balear. «Nos dimos cuenta de que la problemática del alcohol era muy diferente al de las drogas. Nuestro vino está promocionado por los consejos reguladores ya que son de denominación de origen. Por lo tanto, era incoherente promocionar el vino y a la vez fomentar la prevención absoluta de su promoción», explicó Castillo.

Pero lo cierto es que Baleares sigue siendo una de las pocas Comunidades Autónomas sin legislación contra el consumo masivo de alcohol.

«Es cierto que el alcohol es una asignatura pendiente. Pero nosotros nos encontramos con el borrador del otro Govern, y decidimos obtener más consenso por el tema del vino. Y para no alargar más el tema de las drogodependencias, presentamos el proyecto de ley sin que contemplase la regulación del alcohol», afirmó la consellera.

Aina Castillo destacó la importancia de trabajar, tanto desde la administración como desde las propias familias, para informar a los más jóvenes sobre los perjuicios de un consumo excesivo de alcohol o conductas de drogodependecia. La consellera defendió, no obstante, la conveniencia de separar legalmente ambas prácticas para atender mejor sus problemas específicos. En cuanto a las sanciones, recordó que son necesarias para hacer efectivas las disposiciones de la ley.