En el año 2005 se atendieron a 25 adolescentes y 90 padres, en el año 2006 se produjo un considerable aumento llegando a atender a 78 jóvenes y 146 padres. Esto quiere decir, que la solicitud de tratamiento en adolescentes en el 2006 aumentó en un 312% y en un 162% la demanda de los padres para tratar los problemas con sus hijos.
Son diversas las explicaciones que se pueden dar a éste fenómeno. Por un lado, el recurso cada vez es más conocido y accesible a las necesidades de la población. Por otro lado, no hay que olvidar que estudios vigentes exponen la situación actual: el descenso preocupante de la percepción de riesgo de los adolescentes en el consumo de alcohol y cannabis, el aumento de la tolerancia social y el descenso en la edad de inicio al consumo de sustancias lo que incrementan los problemas de los adolescentes y la conflictividad familiar.
Actualmente, existe una mayor conciencia social en relación a las adicciones y aumenta la consideración de las familias como agentes preventivos. Por ello consideramos necesario un asesoramiento y apoyo especializado para los adolescentes y familias que lo requieran en una sociedad de consumo cada vez más compleja que genera situaciones que de no resolverse adecuadamente impiden una maduración sana.
Proyecto Joven es un programa que ofrece acompañamiento a nivel preventivo, educativo y terapéutico en el proceso de maduración de los adolescentes. Su objetivo principal es ayudar a los jóvenes a generar nuevos recursos, capacidades y factores de protección al igual que reforzar los ya existentes que faciliten un proceso de autonomía saludable. También se trabaja con los padres cómo enseñar a sus hijos a protegerse del riesgo y ayudarles a madurar de forma adecuada.
Desde 1996, Proyecto Joven oferta diversos programas que llegan a distintos sectores de la población: padres, adolescentes en general, jóvenes es situación de riesgo y alto riesgo.
En adolescentes se atienden problemas como inadaptación familiar y social, fracaso escolar, problemas de autocontrol, trastornos del comportamiento al igual que se trabajan factores de protección como habilidades sociales y familiares, autoeficacia, toma de decisiones y resolución de problemas. A las familias con hijos adolescentes se les ofrece orientación, asesoramiento y formación en la tarea educativa de sus hijos en situación de riesgo ante las adicciones.
La evolución positiva de éste programa anima a seguir trabajando en la prevención para que todos los usuarios generen un proceso de crecimiento, autonomía personal y emancipación.
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